La NASA no sabe nada de la Voyager 1 desde hace una semana
Después de 47 años alejándose de la Tierra, la Voyager 1 se ha perdido en el espacio interestelar.
Algo no va bien con la mítica nave espacial Voyager 1. Se encuentra a 24.700 millones de la Tierra, la que más lejos está de nuestro planeta. La mítica sonda espacial está a 23 horas luz, por eso las comunicaciones con la NASA tardan un día entero desde la Tierra hasta la Voyager 1 y viceversa. Pero lleva una semana ilocalizable, no se sabe donde está en el espacio. Las seis antenas de Madrid están alineadas para recibir la débil señal de la Voyager 1. Pero será la estación de Canberra, en Australia, la única que tiene un transmisor de alta potencia capaz de cubrir una distancia tan grande .
La Voyager 1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977. En estos 47 años ha sufrido varias anomalías, sobre todo en los últimos meses. Los ingenieros de la NASA los han ido solucionando a pesar de la abismal distancia, la energía limitada y el software antiguo de la sonda. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, la Voyager 1 dejó de enviar datos científicos por culpa de un chip de memoria deteriorado. Los ingenieros consiguieron reubicar el código en otras zonas de la escasa memoria que tiene la nave y así recuperaron las comunicaciones.
Los tubos de combustible se han obstruido por el envejecimiento
Hace poco los controladores de la misión tuvieron que encender unos motores que llevaban décadas inactivos para poder orientar la nave. Los tubos de combustible que estaba usando la Voyager 1 se habían obstruido por el envejecimiento de una goma. La sonda corría el riego de que sus antenas no pudieran orientarse más en dirección a la Tierra .
En el peor de los casos si los propulsores han fallado también y la sonda está mal orientada, es muy posible que no se pueda recuperar. Los comandos para corregir cualquier problema no le llegarían. Si el fallo es de los instrumentos habría esperanzas de recuperarla aunque cada año pierde energía, todavía tiene suficiente para seguir funcionando hasta 2030.
La NASA ha enviado una transmisión a ciegas a la Voyager 1 con la esperanza de que le lleguen a la sonda y se reanuden las comunicaciones. Si no aparece puede ser el final de una de las misiones más legendarias del espacio.