Seguridad para una sociedad inteligente
Por: Dr. Irvin Dongo Escalante – Docete de la Universidad Católica San Pablo
El desarrollo y adopción de nuevas tecnologías, tales como el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el análisis de datos, en búsqueda de mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas, permiten el desarrollo de una sociedad inteligente.
En ella se genera, transmite y procesa información para tomar decisiones en tiempo real, cuyas fuentes de datos pueden o no estar en la misma localidad geográfica, lo que resalta la importancia de la conectividad a través de internet como la base para poder desplegar las diversas aplicaciones.
Un pilar fundamental de estas sociedades contemporáneas es la salvaguarda de la seguridad, que no es solamente física como en el contexto tradicional de las sociedades sino que, sobre todo, implica asumir las complejidades a través del uso de la tecnología, garantizando la protección de datos y privacidad.
Las amenazas cibernéticas que utilizan debilidades o vulnerabilidades en los sistemas informáticos para obtener datos de acceso no autorizado, han desarrollado un incremento exponencial en los últimos años. Así también el engaño a través de correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web falsos para revelar información personal, son problemas frecuentes.
En el último tiempo, se ha vuelto una práctica generalizada que las aplicaciones, en su mayoría, implementen mecanismos de seguridad que van desde el cifrado de las comunicaciones hasta el uso de métodos que aseguran la privacidad de las personas, más aún para datos que pueden ser públicos.
Por lo tanto, la privacidad de las personas es una tarea clave, sobre todo en un contexto en donde los dispositivos con los que interactuamos, recopilan y procesan datos. La protección de datos personales contra accesos no autorizados es esencial para mantener la confianza de las personas y desarrollar una sociedad inteligente, donde es un punto neurálgico la generación de políticas sobre la recolección, uso y almacenamiento de esta información.
Para el correcto desempeño de una sociedad inteligente, es importante garantizar la seguridad durante todo el proceso de implementación y uso de la tecnología. Por ejemplo, en el acceso físico a los servidores y equipos de red, en la autenticidad de los datos, en la detección de intrusiones y paquetes de datos maliciosos, así como en la integridad de los datos durante la transmisión y en el control de las conexiones entre aplicaciones.
Una sociedad inteligente no es más que la aplicación de la tecnología a la sociedad, en búsqueda de la mejora continua del bienestar, seguridad y confianza de todos sus integrantes, por ello la seguridad se vuelve un elemento indispensable como parte de la transformación digital, que consiste en la automatización y mejora de procesos y servicios.