Por: Carlos Meneses

El APEC debe ser aleccionador, ejemplo de la búsqueda de soluciones para los problemas que se confrontan y para la economía en proceso de cambio y de desarrollo.

La tregua era necesaria. Felizmente los peruanos hemos respondido satisfactoriamente al requerimiento que hizo el foro APEC recién realizado en el país para fortalecer un sistema económico más justo y más adecuado a las exigencias de los tiempos. Ahora hay que volver los ojos hacia los asuntos que nos incumben como peruanos y resolver las cosas que no han sido solucionadas en forma suficiente y satisfactoria.

Tenemos la seguridad que unos y otros hemos descuidado las respuestas que la ciudadanía demandaba, no tenemos las mismas garantías de antes para procurar la formalización y la adecuación económica a crisis que no se ha superado. A la brevedad posible, el gobierno debe decidir un cambio del salario mínimo vital que sea consecuencia de un estudio técnico y no de acción política.

También está pendiente de resolver, debidamente, el problema de Petroperú para que esa empresa pueda devolver los miles de millones de soles que se han invertido, hasta ahora, sin éxito y es conveniente que a la brevedad posible se ponga límites a la minería ilegal para terminar de aprovechar favorablemente la ventaja de precios en minerales.

Hay que aprovechar la experiencia recibida del resto del mundo a propósito de la visita que está terminando. Las experiencias recogidas del APEC deben ser aprovechadas plena y totalmente. Empecemos por hacerlo con nosotros mismos y en el país que fue anfitrión de este importante certamen.