Por Claudia Benavides, investigadora principal de Videnza Consultores

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Tras la culminación de la cumbre de la Cooperación Económica Asia -Pacífico (APEC por sus siglas en inglés), es importante reflexionar sobre las oportunidades para un desarrollo sostenible, que la cooperación técnica y los acuerdos entre los 21 países miembros pueden ofrecer. La cumbre ha sido una excelente oportunidad para que el Perú siga conectándose a los mercados globales, y potenciar el comercio y la inversión, creando nuevas oportunidades de crecimiento, mediante el comercio abierto e inclusivo. Asimismo, como parte de la agenda desarrollada, se ha tratado temas como el crecimiento sostenible para un desarrollo resiliente, con miras a promover la transición energética, la descarbonización de las actividades económicas, y garantizar la seguridad alimentaria; además de la importancia de la innovación y digitalización para promover la economía global, lo que ofrece una mirada integral sobre aspectos claves a tomar en cuenta para contar con una economía competitiva.

Esto sumado a las expectativas de las economías globales en torno a la megaobra del Megapuerto de Chancay, como un punto estratégico entre América Latina y Asia, posiciona al Perú como socio comercial estratégico, y marca un hito importante en el desarrollo comercial internacional del país. Es así, que oportunidades de inversión en sectores como la minería, la energía renovable, la tecnología y agricultura pueden tener un impacto positivo. Estos sectores, además, son estratégicos para el desarrollo económico de Arequipa, por lo que se requiere una agenda en torno a la inversión en la región que permita impulsar la competitividad en cada uno de ellos, y preparar el escenario para lograr un impacto positivo.

Esto no debe implicar solo la promoción de buenas condiciones para un crecimiento económico, sino debatir sobre las bases para la inversión de infraestructura que permita alta productividad en diversos sectores, que contribuya a la generación de empleos de calidad e ingresos que permitan tener una sociedad menos inequitativa. En esta línea, aún se tienen brechas que cubrir en relación con mejoras de condiciones competitivas en Arequipa, ya que el 43% de los hogares aún no cuentan con acceso a servicios vinculados al paquete integrado de agua, saneamiento, electrificación celular e internet, y si bien es cierto los valores son mejores que el promedio nacional, aún se requiere llegar a un mayor número de hogares.

Por otro lado, la seguridad en territorio es un aspecto clave para el desarrollo de competitividad, y en ese sentido los indicadores de seguridad ciudadana no son alentadores a nivel nacional, particularmente en Arequipa, la percepción de inseguridad es alta, llegando al 90% de la población de la zona urbana, lo que afecta negativamente el desarrollo de la economía local.

Así, en términos del PBI, se tiene que la economía en Arequipa presenta contracciones en los dos primeros trimestres del año, -1.7% y -1.9% respectivamente. Los sectores con mayor contracción son la actividad minera (-4.4%), el agropecuario (-11.9%) y el de construcción (-6.6%). Por lo que es propicio tener una agenda y hoja de ruta que apueste por un crecimiento sostenido y que mejore las condiciones del entorno, y que permita aprovechar las oportunidades de posibles acuerdos comerciales que puedan concretarse en un futuro próximo.