Los 100 días del silencio de Castillo
— Redacción Diario El Pueblo —

“En las huertas estará la salvación para muchos de los que sientan hambre”.

Han transcurrido ya 100 días del inicio del gobierno del presidente Castillo y no hay gesto alguno de un cambio en la posición de atender las exigencias que de información de los asuntos públicos espera la ciudadanía de parte del Poder Ejecutivo, del Congreso de la República y de los gobiernos regionales o municipales que están igualmente empeñados en desconocer las bondades de dar cuenta de sus actos al ciudadano común y corriente.

Por eso nos parece interesante y positiva la labor que han emprendido algunos medios de comunicación señalando la conveniencia de un cambio de criterio que permita obtener respuesta de quienes, hasta ahora, y dando motivo a crítica general, persisten en callar cuando se trata de asuntos relacionados con el dinero público o con los rumores frecuentes de mal sanas operaciones que estarían haciendo algunos jefes de oficinas públicas.

Estamos llegando al momento dramático en el que se deben iniciar los procesos penales destinados castigar los casos de corrupción que han afectado nuestro país en los últimos años, mientras más rápido mejor para que la justicia sea oportuna y no tardía. También suponemos que la gente quiere se investigue todo lo que significa mal por lo hecho o por lo por hacer.

No deben repetirse fenómenos que evidencien una inacción de los organismos de Estado en los temas que interesan al país, pues ningún Congreso podrá dejar de investigar y castigar lo que evidentemente fue inacción o acción equivocada.

Hay que abrir todas las puertas para atender los requerimientos colectivos, pues lo que está por sobrevenir será un verdadero desafío para los peruanos, especialmente para quienes habitamos ciudades grandes que no producen lo que consumen y tendrán que aprender a vivir invirtiendo en solo comer, por los precios que tendrán los alimentos. Muchos verán como fórmula salvadora volver a los campos de donde llegaron para poder, por lo menos, seguir viviendo.

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