De victorias y derrota
Por: Carlos Meneses
“En el deporte se gana o se pierde. Hay que aceptar los resultados como son, sin decaer la fe que tenemos en recuperarnos y en volver a los mundiales”.
Cuando se practica un deporte se debe estar preparado igual para una victoria como para una derrota. Es lógico pensar que a todos nos gustaría siempre ganar, pero hay factores determinantes que conspiran contra el éxito y permiten que ocurra, exactamente, lo contrario.
Eso ha pasado con la selección nacional que tuvo un comportamiento inicial negativo y fue mejorando en cuanto se perfeccionó la calidad técnica de quienes fueron llamados a representar nuestros colores y muy especialmente en el caso específico del “bambino” Lapadula.
Podemos estar seguros que la mayoría de peruanos no creyeron hasta agotada la etapa de los penales que Perú podía perder frente a Australia, pero ocurrió, como podía pasar. Se debe asumir una actitud de consecuencia con el resultado y también con los propósitos de mejoramiento que seguramente tiene previsto la Federación Peruana de Fútbol y muy en especial el entrenador Gareca.
No se ha terminado el mundo porque no estemos en el mundial, tenemos que esperar 4 años a que se señale el lugar de la nueva cita para participar de ella con el mismo entusiasmo y fe que hemos tenido para el mundial de Rusia y que habríamos deseado en Catar. Esto no es motivo de desaliento.
En la misma proporción, no debió decretarse un feriado público en el día en que jugaba la selección en el escenario donde los australianos ganaron por 5 a 4, fue un exceso de entusiasmo con finalidad política el decidir la suspensión de labores. También hubo equívoco en la tarea de enfrentar el partido y una habilidad que resultó exitosa cuando el entrenador de Australia tomó la decisión de cambiar su arquero titular por otro que era un especialista en tapar penales.
Al fin todo lo ocurrido es historia y un buen deportista acepta resultado con pena, pero sin consentir que se trata de una derrota que pueda durar eternamente. No iremos a Catar, pero no se acaba el mundo ni los certámenes similares en los que no estaremos.