Existen más de 100 fallas geológicas activas entre Arequipa y Moquegua
Por: Dany La Torre

Entre las regiones de Moquegua y Arequipa existen hasta 105 fallas geológicas activas. De acuerdo al Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), estas estructuras son capaces de generar sismos de grandes magnitudes con hipocentros superficiales, tal como los últimos movimientos telúricos ocurridos en el distrito de Omate.

Estructuras pueden ocasionar sismos de grandes magnitudes

Mediante estudios del área de neotectónica de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo (DGAR), se reportó que las investigaciones realizadas en la región Moquegua dieron como resultado la identificación de 24 fallas activas. Las principales fueron las denominadas como Chololo, Incapuquio, Ichuña, Pasto Grande y Tambo. Estas tienen dirección Noroeste-Sureste y sus escarpas representan la ocurrencia de repetidos eventos sísmicos que pudieron ser de 6 grados de magnitud a más en los últimos miles de años.

Asimismo, las evidencias recolectadas en campo muestran efectos cosísmicos, como grandes movimientos en masa, los cuales generaron el represamiento de ríos y la formación de lagunas, como los identificados en la parte media del valle del río Tambo.

En la región Arequipa, se han encontrado 81 fallas geológicas activas, siendo las más importantes: Morro Camaná, Calaveritas, Tambillo y Chorrillos, ubicadas en la Cordillera de la Costa; el sistema de fallas Iquipi, Pampa de Vaca, Toran, La Joya, Cerro Los Castillos, Corire y Aliso, ubicadas en las Pampas Costeras; el sistema de fallas Atiquipa-Caravelí-Sicera-Lluta-Vítor (Sistema de falla Incapuquio), ubicadas en la Zona de Piedemonte, que delimita el cambio topográfico entre las Pampas Costeras y la Cordillera Occidental.

Además de la zona de fallas Chuquibamba, Ayo-Lluta-Arequipa y Sondor-Paucaray, ubicadas en la Cordillera Occidental, la zona de fallas del Valle del Colca son las estructuras más representativas del Arco Volcánico. A su vez, en el Altiplano se evidenciaron, entre las más importantes, las fallas Caylloma, Sibayo, Angostura-Condoroma y Chalhuanca.

Estas estructuras presentan direcciones preferenciales al noroeste, sureste, este y oeste, por el que, los escarpes de fallas pueden originar desplazamientos verticales de hasta 50 metros y sugieren la acumulación de eventos sísmicos mayores a 6 grados de magnitud.

Como se sabe, las fallas activas son las estructuras que se reactivaron en los últimos 10 mil años y tienen mayor posibilidad de generar sismos en el futuro. Estas se lograron estudiar mediante la disciplina de la neotectónica que estudia las deformaciones de la corteza terrestre más recientes, la evolución geodinámica y su relación con el peligro sísmico.

Con ello, el Ingemmet advierte que la presencia de estas fallas activas provoca sismos de magnitudes capaces de afectar el desarrollo socioeconómico del país.

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