Gestión de residuos sólidos: un desafío personal
Por: María López

La gestión de los residuos es un tema que tiene cada vez mayor relevancia para todos. Es una tarea que trasciende a las empresas y llega a cada hogar para hacernos reflexionar sobre nuestro papel en el cuidado del medioambiente. Casi todos generamos residuos diariamente; sin embargo, detalles como la producción y el desecho son claves para contribuir o no con el planeta.

Según cifras del Ministerio del Ambiente, solo en el Perú se generan a diario un promedio de 21,000 toneladas de residuos municipales, es decir, 0.8 kg de residuos por habitante al día. Pese a ser una cifra menor en comparación con otros países de Latinoamérica y el Caribe, aún es preocupante y hay mucho por hacer para motivar a la ciudadanía a tomar conciencia y acción.

A mayo del 2021, el Minam informó que solo el 1% de los residuos municipales generados en el país se estaban recuperando, mientras que el 99% se desecha completamente, generando que muchos gases contaminantes escapen a la atmósfera. En ese sentido, es momento de que nos cuestionemos si estamos haciendo lo suficiente para cambiar los hábitos que impactan negativamente al planeta.

Uno mismo puede empezar a hacer la diferencia desde casa para cuidar el medioambiente, y a la vez cuidar la economía y la salud de la familia. El primer consejo más común es segregar, reutilizar y reciclar, es decir, clasificar los desechos por categorías para posteriormente recuperarlos. Para ello, podrías consultar con tu municipio sobre los programas que despliegan en tu comunidad o hacerlo tú mismo ubicando contenedores especializados para cada tipo de residuo.

Otra forma de gestionar tus residuos es el compostaje en casa. Es un proceso natural y sencillo a través del cual se aprovechan los residuos de cocina y del jardín para obtener un abono natural, y sin dañar el ambiente. Entre los productos que puedes utilizar para el compostaje está la cascara del huevo, residuos de frutas y verduras frescas, restos de café e infusiones.

Reducir el uso de productos desechables también contribuye a este propósito. Para tomar una decisión de compra, analiza y compara. Primero evalúa la necesidad de la compra y luego el tipo de producto que vas a adquirir.

Lo más importante en este proceso para convertirnos en agentes de cambio es reflexionar y modificar nuestros hábitos de consumo por unos más sostenibles. De nada sirve cambiar la bolsa de plástico por una de tela, si compramos una nueva cada vez que vamos al supermercado. Lo bueno es que todos podemos cumplir desde casa con la parte que nos toca en el cuidado del ambiente. Sin duda, un desafío personal en beneficio de todos.

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