Por: Carlos Meneses

“Lo evidente es que Fray Vásquez Castillo está desaparecido, está siendo buscado por la policía y Lay no existe”.

La Fuerza Aérea peruana obedeciendo un mandato constitucional de dar información sobre asuntos públicos aceptó el pedido hecho por el Centro Liber, asociado a la organización periodística IPYS, y dio cuenta de los viajes realizados por el presidente a distintos puntos de la República a los que viajó acompañado de personas invitadas por Palacio de Gobierno durante el año 2022.

En esa documentación que es abundante no solo en volumen sino también en precisiones se indican los nombres de los tripulantes, de los pasajeros con su correspondientes DNI y el motivo de su presencia que debiera ser exclusivamente de funcionarios públicos o del personal de seguridad del propio presidente.

Ocurre que el 23 de junio, una aeronave del Grupo Aéreo N° 8 trasladó a un misterioso hombre identificado como Lay Vásquez Castillo con un DNI que no le correspondía y que sería realmente el prófugo, Fray Vásquez Castillo, requerido por la justicia desde el mes de marzo del presente año.

En buen romance todo indica que ese era el encubierto acompañante y sobrino indicado como tal en la relación que envió Palacio de Gobierno y que la circunstancia permitió que se evaporara, pues en el viaje de regreso no figuró y ahora está siendo buscado con un premio de 30 mil soles a quién dé razón de su real paradero.

La información oficial no admite dudas pues ha sido proporcionada por la FAP a un medio de comunicación que utilizó el derecho de pedir cuentas sobre asuntos públicos que le corresponde a cualquier ciudadano.

La Fiscalía ha abierto una investigación complementaria, mientras que el argumento de Palacio de Gobierno es que por seguridad pública no debería haberse revelado esta circunstancia, que es delincuencial y debe ser castigada por fiscales y jueces