¿Qué es la conciencia de voto? ¿La tenemos?
Por: Jorge Luis Delgado Ramos – Asociación Rerum novarum.
Desde el final de la década de los 90, hemos venido eligiendo más con el corazón que con la razón, pero ¿qué significa esto?
Entendemos, que el voto es una expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Es el voto que hacemos por personas postulantes a diferentes cargos públicos influenciados primordialmente por el “marketing” político que nos vende ideas para inclinar la balanza. Ideas como la que se escucha, en este ejemplo: “Los drones y las cámaras de vigilancia como una solución al problema de la seguridad ciudadana”. Cuando es un problema complejo y profundo, que solamente se puede ver en forma interdisciplinaria con instituciones que van desde los colegios, institutos, la fiscalía, la policía, etc. Esas coordinaciones y planes cuando deberían estar plasmados en un plan de gobierno con objetivos de corto, mediano y largo plazo. Solo vemos la punta del Iceberg.
Alguien cercano al que escribe se le preguntó: ¿cuál iba a ser su voto en las últimas elecciones presidenciales?, por cierto, decidió su voto en las dos últimas semanas, aunque muchos lo hicimos así. Dijo: “Por el lapicito”. Sorprendido, pregunte inmediatamente: “¿Si podría darnos una idea del contenido o propuestos de este candidato? Contestó, de manera rápida y evasiva que él era profesor, que había sido dirigente sindical, que era de un pueblito, etc. Razones que para esta persona daban la talla para ser presidente de nuestro país. Pero al preguntarle de contenidos, ideas y planteamientos, no nos supo responder.
Otro ejemplo es sobre la palabra del candidato. Las promesas como parte del discurso, una de ellas referida a la ética y moral del candidato como una solución que parte de la integridad moral a la corrupción. Inclusive atreviéndose algunos a decir: “Mientras no haya denuncia o delito comprobado somos aptos a candidatear”. Podríamos continuar y llenar este artículo con este tipo de muestras.
Acá viene lo interesante. Nosotros hemos puesto con nuestros votos a todos los candidatos, muchos de ellos seriamente cuestionables en varios aspectos, mencionamos desde las denuncias hasta la falta de pagar impuestos al estado, etc. Debido, a no valorar, no hacer juicios de valor sobre el candidato, aceptando sus excusas en forma consciente o inconscientemente, no analizando las promesas y solo creernos el “merchandising” político o la puesta en venta del candidato a cambio de votos.
Es decir, nuestro voto es absolutamente determinante para poner a estas personas en esos servicios públicos. Nuestro voto es el poder, muchos no nos damos cuenta de esto, por el cual, colocamos a estas personas en estos servicios públicos. Pero una vez elegido el candidato por nosotros, no somos capaces y responsables de denunciar al elegido si este hace actos dudosos o cuestionables.
Todo lo que ocurre en el orden político desde finales de los 90 es por el voto emitido por nosotros. Y de ahí viene la pregunta ¿Que es un voto consciente?
Primero, es decir que somos responsables de lo que ocurra en lo político, así no hayamos votado por las personas elegidas en los periodos correspondientes. Mas responsables somos aún, si hemos votado por la persona elegida. Tenemos que delegar el poder de gobernar.
¿Porque hacemos esta delegación? Porque no todos podemos gobernar, por eso elegimos a alguien que nos represente. El poder está en nuestro voto, lo que elegimos o no elegimos, nos afectará si o si para bien o para mal. Al elegir mal, es como como si en mi casa, yo, aceptara que viviera una persona de dudosa reputación. Si yo pongo un ladrón en mi casa me robara, eso es algo insidioso y lamentablemente la mayoría no lo puede ver, o no quiere hacerlo, por eso es insidioso. Pensamos que como es tan grande la casa, no nos afectará. Y eso es totalmente un autoengaño. Por eso hoy nos afecta a todos.
Segundo, hemos aceptado el dicho, “los partidos políticos no sirven” utilizándolo inclusive como “cliché”. Los partidos políticos tienen una visión ideológica o doctrinaria del ser humano y su convivencia con otros seres humanos. Al no haber partidos políticos, solo movimientos y caudillismo, de quién es esa visión, pues del candidato. Y aquí viene una grave consecuencia, creemos que la promesa o la idea vendida del marketing político es una propuesta y solución.
¡Votamos por Toledo! es peruano graduado en Harvard. ¡Si nos representa! García, siguió con el modelo neoliberal, pero sin trascender, si Víctor Raúl se hubiera levantado y hubiese visto esto, ¡Que hubiera hecho!, Ollanta militar mano dura, y seguimos con un largo etc. Votando por ellos creyendo que nos “representan” o en su “promesa” política. Todos ellos puestos ahí por nuestro voto. Y al hablar de Arequipa elegimos últimamente a un gobernador regional y a un alcalde con reputaciones muy cuestionables, ¿Cuáles son los resultados? Son negativos. Uno porque era de origen rural y representante de las personas en emprendimiento ubicadas en las zonas urbanas en crecimiento, por ejemplo, el cono norte, y lo rural.
¿Qué es tratar de votar conscientemente? Pues, aunque suene simple y sencillo, es votar por planteamientos e ideas, no por personas, ya que la persona debe representar esos planteamientos e ideas, no las ideas y planteamientos del candidato, que muchas veces no los tiene, improvisando una vez llegado el servicio público.
El voto consciente responde a un voto informado, para lograr esto el ciudadano debe tratar y esforzarse de informarse del planteamiento del candidato para lo político, social y económico. Al votar por la persona votamos por un caudillo y su idea.
Gandhi fue un líder y con su planteamiento de la “No violencia” libero a la India, Mandela 25 años encarcelado, unifico Sudáfrica. Busquemos líderes en nuestro medio, ¡Hay! la cuestión es buscar, eso es tratar de emitir un voto informado, consciente. Un líder, es alguien que tiene las ideas claras, conocimiento y trabajo en equipo, es ser honrado y rodearse de personas idóneas.
No busquemos caudillos, personas que se sirven de la política, no olvidemos que los políticos son servidores públicos, son servidores del pueblo. El voto delega el poder, no para que ese poder haga o decida lo que quiera, sino para servir al ciudadano que eligió mediante su voto a otro ciudadano para que lo represente.
Tercero, no al favor político. No vendamos nuestra conciencia por nuestro voto, seamos honorables. Exijámonos a nosotros mismos un voto responsable, cambiemos la historia desde finales de los 90.
Y, por último, si tenemos de alguna u otra manera condición para tener el “Voto consciente, responsable” tenemos el deber moral de ayudar a otros a lograr lo mismo. Que es difícil, si es difícil, pero sino lo hacemos nadie lo hará. Siguiendo con este proceso de decrecimiento en todos los aspectos de valor y principios afectando nuestra vida política, social y económica.
Busquemos la verdad y el bien común. Es como si en mi familia hubiere problemas y no lo queremos ver, tarde o temprano la familia se desintegra. Lo mismo es el país, si no vemos que la casa grande está mal, todos viviremos mal.
A pensar y hacer valer nuestro voto.