¿Qué te llevarías de tu hogar?
Por: María Marín

Hace un día hermoso en Miami y como cada domingo soleado, observo desde mi balcón botes repletos de pasajeros, que al ritmo de música, bailan y gozan la vida al máximo… Inmediatamente, pienso cómo en el otro lado de la Florida, donde también brilla el mismo sol, irónicamente ya no hay embarcaciones, ni muelles para zarpar porque la furia del huracán Ian los destruyó.

Peor aún, allí se llora la muerte de más de 100 víctimas y miles de familias buscan desesperadamente algún recuerdo que puedan salvar entre los escombros de sus hogares. Tragedias como ésta dejan claro que la muerte no es la única caja de sorpresas en este mundo, pues nadie se acuesta imaginando que la próxima noche no tendrá una cama para dormir, ropa para cambiarse, ni el baúl de recuerdos donde se guardaba la única foto de los bisabuelos.

Desastres como Ian, dejan claro que debemos prepararnos para enfrentar lo inesperado.

Protege lo especial: Es desesperante quedarse sin casa, ni auto, pero más infortunado es perder lo que ningún dinero puede comprar; una foto antigua o cualquier cosa sentimental. Dentro de una mochila, separa un compartimiento para colocar recuerdos especiales. Si es posible, adquiere una caja fuerte para guardar lo que no puedes llevar contigo.

Évalua tus pólizas de seguro: Pídele a tu agente que te explique qué pasaría si un día pierdes todo por un desastre natural o accidente. Tener todo asegurado es la mejor fuente de paz mental.

Ahorra más: Los expertos en finanzas parecen disco rayados repitiendo la importancia de ahorrar a tres meses de gastos para enfrentar cualquier emergencia. Traza un plan de ahorros.

Hay que disfrutar la vida, pero antes de salir de fiesta es importante prepararse para lo inesperado. Por eso, he revisado mis pólizas de seguro y adquirí una mochila de emergencia donde guardo documentos importantes, números de celulares, contraseñas, fotos antiguas, el anillo de matrimonio de mi mamita (Q.E.P.A.D), el primer premio que recibí como motivadora y hasta me aseguré de dejar un espacio libre para colocar la cajita de cenizas de mi abuelita Mercedes, por si un día me toca escapar del lugar más seguro que tengo: mi hogar. Y tú, ¿qué llevarías?

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