Por: Julio Lopera Quintanilla – Centro Cultural Unsa.

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Wassily Kandinsy, es uno de los grandes maestros del arte universal. Es un genial pintor y un brillante teórico del arte. Kandinsky; tiene un gran interés por las manifestaciones populares del arte ruso y es un artista cuya obra representa siempre lo esencial del arte como expresión de la cultura.

Nació una tarde de diciembre en Moscú, la vieja ciudad de los rusos, era 1866. Fue su padre Wassily Silvestrovich Kandninsky, próspero comerciante de especias y su madre Lidia Tijéleva, una mujer muy sensible y abnegada. Los días de su niñez y juventud transcurrieron felices entre Odesa y Moscú. Cuando sus padres se divorciaron el niño se quedó viviendo con su padre

Kandinsky, inició, en 1886, sus estudios de Economía y Leyes en los claustros de la Universidad Estatal de Moscú. El maestro en ciernes Ingresó a la Escuela de Arte Grekov, en la ciudad de Odesa, en esta escuela importante estudió y se graduó. La exposición de los Impresionistas que tuvo lugar en Moscú en 1895, fue determinante para su vocación, el contacto con Claude Monet jugó un papel muy importante para que Wassily Kandinsky enrumbara por el camino del arte.

Estando Kandinsky en Rusia ayudó a fundar el Museo de la Cultura de la Pintura. Más tarde, se estableció en la ciudad de Weimar, Alemania, allí fue docente en la Escuela de la Bahaus hasta que esta fue cerrada por los nazis.

Kandinsky, marchó, en 1896, a la ciudad de Múnich, Alemania para ampliar sus conocimientos en el campo de la pintura estudiando primero en la Escuela Privada Antón Azbe y más adelante en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de Múnich

Kandinsky publicó en 1926 sus libros fundamentales: “De lo espiritual del arte” y “Punto y línea sobre el plano, contribución a los elementos pictóricos”. En la primera obra, Kandinsky hace una crítica a las instituciones académicas tradicionalistas y a la idea del arte en general, describe también la formación teórica del movimiento abstracto, habla de estos tiempos como una época de enorme espiritualidad precisando como la pintura contribuye a ello. En la segunda obra “Punto y línea sobre el plano, Contribución a los elementos pictóricos”, explica con gran claridad los elementos esenciales del quehacer pictórico. El segundo libro constituye un importante aporte teórico para la búsqueda de un método para estudiar el arte.

Después de esos años en los que aprendió mucho, contando ya con un rico bagaje de experiencias artísticas partió en 1933 rumbo a Francia donde residió hasta el final de sus días.

Wassily Kandinsky, es un maestro del arte, que desde el comienzo de su carrera artística y a lo largo de esta demostró un talento que no tiene parangón. Entre las obras brillantes que legó a la posteridad no pueden dejar de mencionarse: “Amarillo, rojo, azul”(óleo sobre lienzo, 127 x 200 cm,1925 ) una obra muy rica en colores y matices que ilustra la distancia entre el movimiento constructivista y el movimiento supremacista, una impresionante composición compuesta por varias formas: un rectángulo vertical amarillo, una cruz inclinada roja y un gran circulo azul oscuro, una multitud de líneas negras rectas (o sinuosa), arcos circulares , círculos monocromáticos y dameros de colores dispersos que contribuyen mucho a acrecentar su delicada complejidad.

Kandinsky, pintó con una gran maestría paisajes y pueblos, rara vez una figura humana, sin embargo hay en su producción algunas excepciones como “Domingo”, una pieza ejecutada con la técnica del óleo que data de 1904, una pintura de clara influencia expresionista, de mucha fantasía, que recrea una colorida vista de labriegos y aristócratas que aparecen frente a las murallas de una ciudad. Otra obra en la que también está presente la figura humana es “Pareja a caballo” (óleo sobre lienzo, 56 x 50 cm, 1907), representa a un hombre y una mujer cabalgando junto a un pueblo de Rusia. En esta obra se advierte una clara influencia del Puntillismo y del Fovismo.

Entre las obras que Kandinsky pintó en sus primeros tiempos destaca nítidamente “El Jinete Azul” (óleo de 52 x 54 cm, 1903), muestra una pequeña figura envuelta en un veloz caballo corriendo por un prado muy rocoso. La capa del jinete que cabalga veloz es azul y proyecta una sombra también de color azul. Detrás del Jinete hay una sombra, respecto a la sombra los historiadores del arte no se ponen de acuerdo, algunos sostienen que hay un niño detrás, mientras otros sostienen que lo que hay atrás es la sombra.

El azul, es sin lugar a dudas un color que influyó mucho en el arte de Kandinsky; otra de sus obras es “Montaña azul” (óleo sobre lienzo y papel, 97 x 106 cm, 1908-1909), una pintura que tiene un cariz expresionista que sigue sin embargo una tendencia a la abstracción.

La obra nos muestra una procesión de tres jinetes cuyas caras, ropas y sillas de montar son de un solo color. En esta obra el artista ofrece una presentación del color como algo muy independiente de la forma; en esta pintura se advierte también que los planos y los contornos de las figuras señalan una clara influencia fauvista.

Otras obras destacadas que merecen también especial mención son entre otras: “Composición IX” (óleo sobre lienzo, 195 x 113 cm), una obra abstracta que nos presenta imágenes surrealistas sobre el contraste de lo duro con lo blando, una pieza que presenta fuertes diagonales cuya forma más importante nos da la impresión de estar visualizando un embrión en el útero de una mujer. Pequeños cuadrados de colores y bandas de colores destacan sobre el fondo negro del cuadro. En el texto que tiene este cuadro el maestro escribe: “Miro por la ventana y veo frías chimeneas fabriles. Se yerguen en silencio. Son inflexibles. De repente empieza a salir humo de una de ellas. El viento lo comba y el humo cambia de color al instante. El mundo entero ha cambiado”, una obra serena y al mismo tiempo majestuosa.

Otra de las obras del genial artista es “Composición X”, una obra plástica que nos presenta varios jeroglíficos de color pastel que cubren una masa grande de color café que parecen volar en la esquina superior izquierda del cuadro. “Composición X” es una pintura emblemática del gran Kandinsky en la que el artista establece un paralelo entre los colores y la música más hermosa, su analogía de la pintura como composición musical gira alrededor del piano, en este contexto Kandinsky consideraba que los ojos son los martillos y los colores las teclas y el alma es el piano y las cuerdas.

Entre las grandes obras del genial maestro de la pintura se mencionan: “Composición VIII” (óleo sobre tela, 60 x 90, 1923) , “Cielo azul”(óleo sobre lienzo, 100 x 73 cm, 1940), “Hacia arriba”(óleo sobre lienzo, 70 x 49 cm, 1929), “Estructura alegre” (óleo sobre lienzo, 42 x 29 cm,1926), “Blando duro”(óleo sobre lienzo, 40 x 30 cm, 1927), “Gran torre de Kiev” (óleo sobre lienzo, 30 x 41 cm , 1928), “Sobre puntas” (óleo sobre lienzo, 140 x 140 cm, 1928), “ “Vuelo captado” (óleo sobre lienzo, 28 x 42 cm, 1932) estas grandes obras así como otras grandes pinturas de la vasta producción del maestro se caracterizan por grandes explosiones de color y por diferentes siluetas que se van transformando de manera constante delante del espectador y comprenden la obra de un pintor que estudió siempre como el arte influye en la emoción humana.