«Es necesario poner el foco sobre las diferencias de clases»: Trabuco
— Redacción Diario El Pueblo —

CHILE

La escritora chilena Alia Trabucco considera que las crisis que viven algunos países latinoamericanos son de desigualdad, y añade que se ha avanzado poco para resolverlas y se corre el riesgo de que se agraven por el desmantelamiento de los sistemas públicos de servicios.

«Es necesario poner el foco sobre las diferencias de clases», asegura en una entrevista con EFE.

Sobre estas diferencias de clase trata ‘Limpia’, editada por Lumen, la nueva novela de Trabucco (Santiago de Chile, 1983), protagonizada por Estela, una mujer que deja a su madre en el sur del país para trabajar en la casa de una familia en la capital.

Allí pasará los siguientes siete años, limpiando y criando a una niña acosada por la ansiedad, cuya muerte se conoce al comienzo de la historia.

«Las trabajadoras de las casas particulares aparecen siempre en segundo plano, como personajes secundarios, rara vez hablan y me pregunté ¿cómo sería esa voz?», explica la autora.

Alia Trabucco quería indagar «en la rabia como afecto preponderante» y sobre las tensiones de clase, además de sobre una de las facetas del silencio, «el silenciamiento» de una mujer como Estela que observa y registra todo lo que ocurre en la casa y que decide contarlo «para romper los silencios de las que cuidan».

Explica que, aunque las trabajadoras de casas particulares han conquistado algunos derechos mínimos, sigue siendo un ámbito muy desregulado, un espacio donde hay mucha explotación, ya que el hecho de que suelen ser migrantes añade un componente de vulnerabilidad.

«La palabra clase se usa poco: hacemos énfasis en otras formas de desigualdad, como la de género, y las diferencias de clase siguen siendo un tema central», sostiene la escritora.

Ella afronta esta desigualdad como un conflicto político y social desde la literatura porque, dice, a diferencia de la política, la escritura permite «entrar en esas zonas grises».

Lo hace con una estructura de suspense a partir de la muerte de la niña: «La pregunta de quién lo hizo genera mucha expectativa», explica, y la protagonista aprovecha este interés para contar otra historia, la suya, «que es la historia del trabajo cotidiano doméstico».

Por eso Alia Trabucco cree que su novela practica a la vez «un coqueteo» y una «traición» al género del ‘thriller’.

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