Por: Carlos Meneses

“Avanzar las construcciones inconclusas genera empleo inmediato”.

El gobierno central, al igual que los gobiernos regionales y municipales deben empeñarse, sobre manera, en terminar lo que en materia de edificaciones públicas está a medio hacer. Es menos oneroso, para bien servir a la colectividad, concluir lo ya iniciado que empezar de cero.

Es más fácil conseguir el recurso indispensable para, por ejemplo, terminar los hospitales en marcha que necesita Arequipa, que romperse la cabeza para proyectar una nueva infraestructura que remplace al Goyeneche.

El gran problema de Arequipa es que la ciudad crece hacia el norte y que en el sur sí tenemos la posibilidad de brindar con los centros asistenciales existentes atención adecuada para sector importante de la población.

Además, en materia de salud lo evidente es que debe reforzarse el primer nivel de atención en las postas médicas y los centros de salud intermedios entre las recién citadas y los nosocomios.

Luego, en la medida en que lo permitan los recursos disponibles, debe mejorarse el sistema para internar y tratar quirúrgicamente a los pacientes pues como países en desarrollo tenemos que pensar que hay mucho por hacer y que ningún dinero será suficiente para atender las grandes brechas existentes para dar fe y esperanza a los más pobres.

Asimismo, la terminación de obras generará empleo, por lo menos en el sector que ahora se debate en angustia como son los obreros de construcción civil. Esas son labores que pueden reiniciarse de inmediato con estudios técnicos suficientes y avanzados y generalmente atienden clamores de todo ciudadano.

El gobierno está dando dinero, directamente, a los gobiernos regionales y a los municipios para invertirlos en este campo de acción y de trabajo.