Domingo de Resurrección con el Arzobispo en La Catedral
— Redacción Diario El Pueblo —
La Misa de Domingo de Resurrección presidida por Mons. Del Río, será el domingo 9 de abril a las 6 p.m., en la Catedral, como el culmen de toda una semana llena de bendiciones e inicio del Tiempo Pascual.
¡Verdaderamente ha resucitado el Señor! Es la noticia que, llenos de estupor, anunciaron los primeros testigos de la resurrección de Jesucristo, aquellos hombres y mujeres a cuyo encuentro fue Él aquel domingo que cambió el curso de la historia. Es la misma noticia que, desde entonces, no ha dejado de transmitirse, de generación en generación durante ya casi dos mil años, y seguirá transmitiéndose hasta que el mismo Jesús vuelva para llevarnos con Él al Cielo.
La resurrección de Cristo es el fundamento de toda la vida cristiana. Sin ella, vana sería nuestra fe y nuestra esperanza no tendría sentido.
PROCESIÓN DEL NIÑO DE EL “CABEZONCITO”
Muchas personas en nuestra ciudad piensan que el Sábado Santo acaban las procesiones de Semana Santa. Para ellos deberá ser una sorpresa que el Domingo de Resurrección, salga en anda la imagen del llamado “Niño Cabezoncito”, desde el templo del Monasterio Santa Rosa. La encargada de realizarla es la persona que se devota con anticipación, debiendo organizarlo todo y llevar lo necesario como la Banda, algunos recordatorios, arreglo de las andas, etc.
Las imágenes, ya que junto al niño sale en procesión la imagen de la Virgen de la Aurora, son verdaderas joyas por su antigüedad y acabado, permaneciendo todo el año guardadas en el monasterio. Se le dice “Niño de la Resurrección”, también, porque está pisando con el pie derecho una calavera, señal del triunfo de Jesús sobre la Muerte en este día tan especial.
La historia de este niño, que representa la victoria de Jesús sobre la muerte, relata que tras los enfrentamientos del General Ramón Castilla y el General Vivanco, en 1984, que terminaron en Carmen Alto, hicieron ciertos daños al edificio del monasterio, haciendo que las balas cruzaran las fronteras del mismo y su huerta, asustando así a las religiosas.
Cuentan las crónicas que en ese momento, el Niño de la Resurrección, como era conocido, fue visto caminando por el muro del monasterio haciendo que las balas esquiven el monasterio, no dañando nada del mismo, hecho milagroso que fue celebrado sin interrupción desde la época republicana.