Entrevista: Adriana Hiromi Cule Vargas – Hay demasiado arte turístico
Por Hans W. Prada (Maestría de Artes, UNSA)

Adriana Hiromi Cule Vargas es una artista visual cusqueña bachiller de la Universidad Nacional de Arte Diego Quispe Tito, destacada en el ámbito artístico. Ganadora del Concurso Internacional de Historieta “La sociedad en tiempos de Pandemia” del Festival Virtual Internacional de las artes, Qosqo T’ikarinampaq, organizado por la Municipalidad de Cusco. Ganadora del segundo lugar de proyectos del «Festival internacional de Animación Ajayu», donde se desempeñó como directora de arte.

P. ¿Cuál es tu perspectiva sobre las artes plásticas en Cusco?

En Cusco suelen dar demasiada prioridad al sector turístico. Más allá de las “bombitas” como llamamos a las acuarelas sencillas que se hacen sobre las plazas, sitios turísticos o llamas, que son muy populares entre turistas, existen muchas otras expresiones artísticas. Se ha normalizado mucho este tipo de arte, muy comercial, en efecto, por lo que la población cusqueña y algunos del exterior la consideran como la máxima expresión artística local, a diferencia de otras ciudades, donde por ejemplo se da prioridad al arte urbano, las aplicaciones de arte en la publicidad, e incluso en el desarrollo de películas, cortos o animaciones.

Lo positivo sería que últimamente el mercado de arte ha ido creciendo y por lo tanto muchos artistas han podido ir separándose un poco del campo netamente mercantil, dándole un estilo más personal a su arte.

Ese es mi caso: puedo utilizar un medio digital o estilos más gráficos, para dar a conocer mi cultura sin meterme mucho en la tradición de la bombita solo para que la compre algún extranjero de recuerdo.

P. ¿Qué aspectos resaltarías? ¿Cuáles criticarías?

Para resaltar hay una extensa variedad: nuevos espacios para compartir, mayor inversión en un mercado que va en crecimiento y sobre todo una comunidad artística amplia y abierta.

Con el pasar de los años, mientras me voy abriendo camino he ido conociendo a artistas talentosos, excepcionales y de estilos únicos que son sencillos de ubicar debido a la personalidad gráfica y plástica que poseen. Es como una marca que todos dentro de la comunidad apreciamos.  

Entre otros aspectos que puedo resaltar está que la comunidad cusqueña es muy cálida y cada vez hay artistas más jóvenes.

Por otro lado, criticaría el chauvinismo cusqueño que no permite estilos con tendencia más globalizada; aún es poco común la aceptación del valor del trabajo moderno; así como los que consideran que el arte es solo un hobby o una simple acción que no contribuye a la sociedad.

P. ¿La labor artística que realizas es suficiente para sostenerte?

Durante los últimos cuatro años me he dedicado al arte en diferentes medios y aplicaciones. A veces uno tiene la expectativa de un taller y de estar en constante demanda. Sin embargo, algo que pude notar en la labor artística es que hay temporadas altas y bajas, es necesario saber acomodarse a ellas y tener un plan de finanzas que se adapte al flujo de trabajo. Es algo que se aprende. En mi caso me ha resultado suficiente como para sostenerme, aunque esto se ha debido a un constante movimiento, buscando nuevos retos.

P. ¿Qué otras funciones realizas aparte de la creación artística para sustentarte?

En general he intentado estar cerca del arte para cualquier trabajo, desde que egrese de la universidad de arte no he tenido necesidad de dedicarme a otra carrera o función.

P. ¿A quién nombrarías como el artista plástico del momento en Cusco?

Yo diría a Delfina Nina, por su esencia e identidad. Particularmente a mí me gusta la visión que tiene del autorretrato, y la profundidad con la que abarca algunos temas como la familia, la tradición, lo sagrado que existe en el interior de uno mismo, la capacidad de introspección, aceptación y el viaje de autoconocimiento, sin necesidad de utilizar un lenguaje visual muy complicado.

Utiliza formatos grandes que logran captar toda la atención, por ser autorretratos es como hacer contacto visual en todo momento con la artista; es una manera de tener una conversación silenciosa. Además, su obra está en tendencia por su belleza estética, el autoconocimiento y la introspección; es un tema que va creciendo sobre todo entre los públicos más jóvenes.

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