Suba del pan provocó lance de honor entre arequipeños

Por Carlos Meneses

Duelo sería a pistola y de muerte de acuerdo con el Código de Honor del Marqués de Cabriñana.

ESPECIALES DE AREQUIPA

Cuando los españoles llegaron a Arequipa, cumpliendo encargo de Francisco Pizarro en busca de una tierra mejor que la de Camaná, para la ciudad capital de este departamento, la primera tarea por resolver era el abastecimiento del pan que toda población requiere para subsistir.

Así, al producirse el reparto de tierras y solares algunos agricultores manifestaron el deseo de sembrar y cosechar trigo, insumo principal en la ración alimenticia de cada ser.

Surgieron también distintos molinos para dedicarse a la elaboración de la harina que se utilizaría para el pan de 3 puntas que se vendió siempre y preferentemente en el mercado de abastos que funcionó primero en la plaza principal y después en el mercado de San Camilo.

Conforme fue aumentando la población por las migraciones y por el crecimiento demográfico, el trigo dejó de alcanzar a los requerimientos de demanda. Los testimonios históricos de esta realidad existen como el molino de Sabandía y otros que todavía están en pie.

En 1915, ocurrió algo inusitado cuando en el diario El Pueblo se divulgó un aviso firmado por los señores F.D Cornejo Iriarte Hnos., por el molino Las Mercedes; Tim Smith, gerente por la sociedad Molinar Ltda., J.E Vargas por el molino de Tingo y Félix Cavallero por el molino San Juan.

En el periódico El Deber se publicó un artículo comentando el encarecimiento del pan, firmado por el abogado Andrés Meneses que responsabilizaba a los molineros de especular con el precio de la harina y la consiguiente alza en el pan.

Tema que fue desmentido por el gremio de molineros a través de un comunicado difundido en El Pueblo, pero el señor Ángel Cavallero publicó otra carta dirigida al abogado Andrés Meneses, en el diario El Pueblo del 8 de agosto del mismo año, que motivó que el hijo de don Andrés Meneses fundador del Colegio de Abogados y su primer decano, Carlos Augusto Meneses Cornejo considerando la edad de su padre y el agravio que había cometido Cavallero lo retó a duelo en un lance de honor señalando como padrinos a los señores Manuel J. Bustamante de la Fuente y al señor Jorge Rivero para que se apersonen ante Cavallero y le exigieran el retiro de las palabras injuriosas o la debida reparación por medio de las armas.

Molino de Sabandía.

En las conversaciones realizadas en lugares secretos como también lo sería el sitito en el que intercambiarían disparos los señores Meneses y Cavallero, se reunieron los representantes de Cavallero, Manuel Vinelli y Manuel Ugarteche buscando evitar el duelo que sería a pistola y de muerte de acuerdo con el Código de Honor del Marqués de Cabriñana.

Resultó que los 4 padrinos se conocían y buscaron evitar el lance, retiraron a nombre de Cavallero las frases ofensivas consideradas por la familia del Dr. Meneses con lo que se dio por resuelto el problema.

Debe precisarse que los señores Meneses y Cavallero mantuvieron intactas sus decisiones sobre reajuste en la molienda de trigo y el precio del pan de 3 puntas en los mercados. El costo del pan no bajó.

Cuando Don Andrés ya tenía 77 años, 9 antes de fallecer el Dr. Meneses se ratificó en su condena y dijo no tener el deseo de haber insultado a los molineros ni considerar que fue un ataque directo a su honorabilidad el planteamiento de un lance de honor que hubiera librado su hijo.

La situación actual es que toda la harina que se consume actualmente es importada. Primero fue de Argentina, país de Sudamérica que se empeñó en sembrar y cosechar el insumo básico del pan y en tiempos modernos este poder lo tiene Rusia, Ucrania y otros países de Asia.

En lo que se refiere a Arequipa los molinos quedaron como testimonio de un mejor pasado siendo para la promoción turística el de Sabandía que fue embellecido por el Banco Central Hipotecario y posteriormente vendido al arquitecto Luis F. Calle cuya familia lo administra.

En Arequipa ya no existen molinos como antes hubo en distintos lugares de la ciudad al extremo que el monasterio de Santa Catalina tenía uno de uso propio y que en uno de tales locales, el molino blanco en la zona de San Lázaro habita quien fue alcalde de la ciudad y reconstructor de sus portales el líder de la familia García-Calderón quien ya tiene más de 100 años.

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