Por: Carlos Meneses

La agricultura y la minería serán afectadas por las consecuencias del Fenómeno del Niño, en esta parte del país, y el tema será tratado en la convención minera para encontrar solución a problemas que las han enfrentado con frecuencia.

El anunciado Fenómeno del Niño tendrá repercusiones también en la minería, advirtiendo que el problema que separa a las comunidades agrícolas con el sector minero proviene básicamente de una pugna permanente entre uno y otro por contar con reservas necesarias para funcionamiento y trabajo.

Ese es, por ejemplo, el motivo de la negativa de la población de Islay para conceder licencia social a la inversión de la mina de Tía María y que Southern Perú quiso resolver mediante un proceso de usar agua desalinizada del mar.

Las diferencias existentes provenían de una resistencia de los agricultores para aceptar esta propuesta y nació entonces la idea de hacer realidad la represa de Paltiture que no ha podido concretarse hasta ahora.

La advertencia que el Fenómeno del Niño signifique para el sur del país una sequía y en el norte intensas lluvia vuelve a plantear la alternativa de exigir represas en mayor número para atender los requerimientos de los 2 sectores productivos evitando confrontaciones y hasta bloqueos de carretera como ocurrió, en tiempos recientes, en Las Bambas.

La falta de un exitoso diálogo entre partes y la necesidad de buscar soluciones armoniosas con participación de los gobiernos regionales o nacionales han dificultado los acuerdos que se requerían y este será uno de los temas que se traten en la convención minera de Arequipa.

El diálogo sigue siendo necesario para resolver los problemas que tiene la minería y la agricultura.