El catolicismo se ha fortalecido en los últimos años en Arequipa
Por: Karely Linares H.

Pese al crecimiento del movimiento agnóstico en el Perú y la aparición de nuevos grupos religiosos, el arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba, afirmó que la fe católica sigue manteniéndose fuerte y sólida. También narra que la fe puede ser un apoyo durante los momentos de sufrimiento y dificultades. Tras la pandemia, el retorno de los fieles a las parroquias ha sido multitudinario, y este fenómeno no excluye a los jóvenes, ya que en los últimos años ha aumentado el número de creyentes cristianos de corta edad.

LA FE CONTRIBUYE AL BIENESTAR DE LA SOCIEDAD

El Arzobispo explica que, a pesar de la fuerte identidad católica en Arequipa, existe una preocupante tendencia de creyentes que abandonan la Iglesia y se convierten en agnósticos, principalmente adultos y jóvenes, quienes buscan la felicidad apartados de Dios. Atribuye parte de esta situación a los sacerdotes quienes, a su parecer, no han logrado transmitir adecuadamente la fe.

“La gente abandona su creencia religiosa debido a una percepción equivocada del cristianismo, ya que piensan que deben cumplir estrictamente los siete mandamientos, cuando en realidad se trata de una postura que deben adoptar en su vida”, agregó.

A primera vista, podría parecer que la cantidad de devotos en Arequipa está disminuyendo. Sin embargo, según el último censo realizado en el Perú, el número de católicos en la Ciudad Blanca ha aumentado en un 13% por encima del crecimiento de la población. Aunque gran parte de los adeptos no participa activamente en la comunidad religiosa, monseñor Javier del Río Alba está convencido de que la formación católica en los niños está dando sus frutos y que más personas se sentirán motivadas a participar en la Iglesia en el futuro.

VOCACIÓN RELIGIOSA

Aunque más de la mitad de los sacerdotes en la Arquidiócesis de Arequipa tienen menos de 50 años, lo que indica que el clero es relativamente joven, esto no significa que no hayan enfrentado desafíos en encontrar jóvenes con vocación religiosa. Durante la pandemia, se observó una disminución en el número de interesados en seguir el camino de Dios, pero afortunadamente, en los años posteriores, la Iglesia volvió a recibir a personas dispuestas a abrazar la vida religiosa y convertirse en sacerdotes. En Arequipa, existen únicamente dos seminarios, una de la Arquidiócesis y otra de  los sacerdotes diocesanos.

«Con los años que llevo en la Iglesia y gracias a Dios que todavía sigue surgiendo vocación religiosa, pero es cierto que el número de ingresantes al seminario bajó a raíz de la pandemia. Por ejemplo, al seminario San Jerónimo solían ingresar entre 10 a 12 chicos cada año, pero el año pasado entraron solamente 3. Hemos rezado y hemos pedido al Señor, y este año nuevamente tenemos a 10 seminaristas. De otro lado, el otro seminario también experimentó una disminución, pero ahora se mantiene con 4 a 5 ingresantes», comentó el máximo representante de la Iglesia católica en Arequipa.

JUVENTUD CATÓLICA

Debido a los avances tecnológicos y las restricciones impuestas por la pandemia, las iglesias y parroquias tuvieron que adaptarse, creándose perfiles en redes sociales para transmitir en vivo las ceremonias litúrgicas, e incluso se vieron obligadas a realizar jornadas espirituales, clases de catequesis y el proceso de preparación para ciertos sacramentos en línea. Según las palabras del monseñor Javier del Río Alba, las personas mayores de la tercera edad siguen prefiriendo esta modalidad virtual para participar en las misas dominicales, mientras que los jóvenes católicos han perseverado durante la crisis sanitaria, continuando con el proceso para recibir su confirmación, el cual ahora dura dos años.

A través de las parroquias y movimientos laicales, el Arzobispado de Arequipa planifica una serie de actividades para los jóvenes. Adicionalmente, la entidad religiosa ofrece cursos de formación para jóvenes, como «Jóvenes Provida», el cual dura un semestre, y otro llamado «Jóvenes Líderes,» que prepara a estos individuos a participar de la vida pública y política. Actualmente, más de 100 jóvenes universitarios y egresados se están formando de manera gratuita en este curso que busca brindar una base sólida y una adecuada formación para convertirlos en servidores públicos comprometidos con el bien común y el servicio público, todo ello acompañado de la fe católica.

LA FE DE LOS AREQUIPEÑOS

Según los párrocos de Arequipa, se ha percibido un notable incremento de la participación de los laicos en la Ciudad Blanca, los cuales resultan estar más comprometidos con la misión de la Iglesia y en la vivencia de su fe. El prelado también abordó esta cuestión y precisó que el surgimiento de nuevos movimientos eclesiales se debe a que la Iglesia les ha otorgado mayor libertad y les ha confiado un papel activo en su labor. Además, la autoridad religiosa exhortó a los laicos a colaborar con los sacerdotes en la distribución del poder y en la delegación de responsabilidades.

COMUNIDAD LGBT

La autoridad eclesiástica de Arequipa mostró su respaldo a la comunidad LGBT, afirmando que todas las minorías son bienvenidas a participar en la Iglesia. Las personas con diferente orientación sexual o de género son invitadas a formar parte de las ceremonias litúrgicas. El propio Monseñor señaló que, antes de la pandemia, viene respaldando a un grupo de personas transexuales, proporcionándoles un capellán para que les acompañe. De este modo, el sacerdote les facilita las reuniones semanales y los confiesa sin temor a ser discriminados.

A pesar de que el máximo representante de la Iglesia católica en Arequipa acepta a este colectivo, algunos sacerdotes no comprenden esta posición y han negado la comunión a personas transexuales. El Arzobispo explicó que las personas que viven en castidad y no tienen pecados mortales tienen derecho a recibir la comunión, y en caso de que estos sacerdotes continúen negando la Eucaristía a este grupo, se podrían tomar medidas restrictivas.

SU MENSAJE

Destacó que la fe no solo alimenta la dimensión espiritual, sino que también puede contribuir al bienestar de la sociedad. En consecuencia, alentó a colaborar por el bien común de todos, ya que, aportando con un granito de arena, es posible mejorar la situación tanto de nuestra ciudad, como del Perú. Reconociendo que la fe puede ser un apoyo durante los momentos de sufrimiento y dificultades, el líder eclesiástico pidió enfocarse en las preocupaciones del hogar, como la situación de las comunidades y la formación de los hijos y alentó a participar más a las reuniones familiares.

En un segundo punto, el Monseñor exhortó a los peruanos a ser más conscientes al elegir y votar por sus autoridades en las próximas elecciones Ante un panorama social, político y económico desalentador, el Arzobispo de Arequipa, hizo un llamado a la población arequipeña a mantener su resiliencia, a avanzar a pesar de las adversidades y a esforzarse por generar ingresos para sus familias. Además, los instó a no perder la esperanza.

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