Por Orlando Cáceres V.

El encargado del Área de Psiquiatría del Hospital Honorio Delgado Espinoza, Alberto Monroy Meza, comentó que los altos índices de violencia (incluyendo los feminicidios) son causados por la falta de compañía entre padres e hijos en la Ciudad Blanca. El especialista resaltó que los adolescentes con estos problemas son propensos a entrar en conductas violentas por emociones que no saben como manejar.

“En el caso de Arequipa la situación se vuelve insostenible. Los casos se incrementan mensualmente. Tenemos 17 feminicidios y más de doce mil denuncias por estos motivos. Incluso, hay más de 500 casos en nuestras instituciones educativas”, expresó el jefe de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Ángel María Manrique Linares, sobre la difícil situación que vive Arequipa en lo que se refiere a la violencia.

Como se recuerda, hace dos semanas se tuvo el reporte de tres feminicidios en menos de una semana. Dos de estos los hicieron presuntamente personas que decían amar a la víctima en cuestión; mientras que en uno todavía no se identifica al presunto asesino.

Monroy Meza explicó que estas situaciones se dan por trastornos de la personalidad que afectan a los agresores. Estos producen que varios de estos desconozcan los límites a los que debe llegar como persona al momento en el que ocurren los actos.

“Estos trastornos generan violencia, impulsividad, no son reflexivos. Son personas egocéntricas y no miden el riesgo. En algún momento, pueden reaccionar de tal manera que pueden quitar la vida a alguien (…) Otros factores son la violencia en el ambiente, que son homicidios, suicidios y asaltos”

explicó el doctor.

Asimismo, el experto detalló que estas personas no toleran el abandono; siendo el motivo principal por el que los feminicidas suelen actuar. Cabe señalar que, algunos de estos síntomas se dieron en algunos de los casos más recientes de asesinatos a mujeres catalogados como este delito.

“Ya habían terminando su relación y la seguía. Pero, ella (Araceli Luna) era tan buena que pensaba en el daño que podía causarle (a Yomar Zeballos, su presunto asesino). Ella pensaba que se le iba a pasar”

explicó Felicia Zapana, una de sus compañeras, sobre la tormentosa relación que su amiga tuvo con su expareja antes de su deceso.

¿QUÉ HACER?

De acuerdo a Alberto Monroy, la solución estaría en que los progenitores adopten nuevas estrategias para pasar tiempo con sus hijos. El amor y afecto no pueden reemplazarse con objetos, porque el menor debe aprender a frustrarse, enojarse, entre otras emociones con las que deberá lidiar a futuro cuando crezca. 

Además, el experto acotó que si el niño empieza a comportarse de manera errática (no haciendo caso a los padres, tiene conductas violentas con la gente de su entorno, entre otros) debe acudir al psiquiatra para que el especialista brinde las indicaciones pertinentes antes de que el problema escale a mayores.