La mafia Sudamericana

Por: Carlos Meneses

No se puede saber, pero es probable que el Tren de Aragua y su líder máximo se encuentren fugitivos. El Perú ofrece medio millón de soles a quien avise del lugar dónde está para detenerlo y devolverlo a su prisión en Caracas.      

Si alguna duda existía de que los mafiosos sudamericanos están unidos y participan de atentados contra policías, militares y buenos ciudadanos, el mejor testimonio es lo recién ocurrido en Ecuador, donde los 7 colombianos y un ecuatoriano que estuvieron vinculados en el atentado de un candidato presidencial han sido ejecutados dentro de las cárceles donde estaban recluidos en Guayaquil y Quito.

De lo que se trataba era de cortar las investigaciones alrededor del crimen de Fernando Villavicencio y de alterar el orden público en una nación que en 7 días más acudirá a las ánforas para elegir al sucesor del presidente Lasso, quien ha tenido que interrumpir su viaje al Asia para volver apresuradamente a su convulsionada nación.

Todos tienen punto de contacto, que en el caso de Sudamérica está en Venezuela y en organizaciones como el Tren de Aragua, y también los que llevan a cientos de miles que penetran las fronteras norteamericanas y desestabilizan el orden interno hasta de los Estados Unidos.

Afortunadamente, en el Perú los servicios de inteligencia de la Policía Nacional han evidenciado actuar con eficacia para devolver al país a un orden mínimo y prevenir realización de más atentados que utilizan granadas militares que nadie sabe cómo salieron de los almacenes de la Fuerza Armada.

Lo cierto es que estamos en una coyuntura difícil en la que es absolutamente conveniente estrechar las relaciones con la Policía de otras naciones, posiblemente, mejor equipadas que la nuestra, para detener los avances hasta ahora logrados por quienes se dieron el lujo de mantener una ciudad-cárcel en la que no podían entrar agentes del orden, hasta que el gobierno de Maduro decidió intervenirla con fuerzas militares que pusieron en fuga a quien había construido una vivienda cómoda de 2 pisos con piscina incluida. El presunto detenido hacía lo que le venía en gana.

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