Envejecer no significa perder

Por: Lic. Rossmery Shirley Arce Delgado – Docente de la UCSP
Cumplir más de 60 años es todo un logro y eso se debe reconocer. Envejecer no es sinónimo de pérdida o fracaso. Llegar a la adultez mayor significa haber afrontado con éxito las exigencias de la vida, año tras año, ya sea porque la vida misma lo exige o por iniciativa propia en el cuidado personal.
Aquella persona que lo consigue no merece ser puesta al sol todo el día cual maceta, como ocurre en algunas familias. Al contrario, es a través del envejecimiento activo y saludable que nos podemos comprometer a hacer de la adultez mayor una etapa de oportunidades. Los años de vida son fuente de experiencias sobre las que se cimientan infinitas posibilidades de expresar vivencias y sueños, a través de historias, poemas, canciones, dibujos y más.
El envejecimiento activo y saludable va más allá de convertir ese proceso en experiencias agradables o pasar por una vejez exenta de enfermedades, lo que buscamos es el logro del bienestar. Para lograrlo es necesario que, como sociedad, nos comprometamos con la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y una cultura de la atención integral.
En Perú, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares, en 2020, 8 de cada 10 adultos mayores padeció de problemas crónicos de salud como artritis, hipertensión, diabetes, entre otros. Este dato nos alerta sobre la importancia de promover estilos de vida saludables desde etapas previas, reforzando en la población la importancia de la prevención y el autocuidado.
La sobrevaloración de la juventud atenta contra la idea de envejecer con significado, ya que ahonda las brechas entre generaciones. El joven cree que su abuelo o abuela no lo comprenden, olvidando que ellos han experimentado de primera mano los avatares de cada etapa de la vida. El abuelo se convence de que ya no es útil, que es invisible y se llena de culpa por envejecer. Estrechar lazos entre generaciones permite el aporte conjunto entre adultos y jóvenes, la comunicación de experiencias desde la sabiduría que los años enseñan y la apertura del anhelo por afrontar la vida.
Se estima que, hacia 2037, la proporción de personas mayores sobrepasará a la proporción de menores de 15 años en América Latina, y la Organización Mundial de la Salud ha sido contundente: el ritmo del envejecimiento se está acelerando, más aún en los países en desarrollo como Perú. Este envejecimiento poblacional nos presenta retos para contrarrestar la inequidad de recursos y generar oportunidades para nuestros adultos mayores, por mencionar algunos.
Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, que cada año ganado sea una experiencia sublime, tanto para nuestros adultos mayores de hoy y los del futuro, cuando tú y yo también lo seamos.