ISRAEL

El presidente de Argentina, Javier Milei, inició ayer martes su visita a Israel con una polémica declaración, al anunciar nada más bajar del avión el «plan» altamente sensible de trasladar a Jerusalén la embajada que su país tiene actualmente cerca de Tel Aviv. Hamás, enfrentado desde octubre en una guerra con Israel en Gaza, reaccionó al anuncio condenando «enérgicamente» los planes del presidente argentino.

El presidente argentino, Javier Milei, llegó a Israel ayer martes y fue recibido por el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz.

En su segundo viaje al extranjero desde que asumió la presidencia en diciembre, Milei afirmó que quiere así expresar su «apoyo al pueblo de Israel» y «defender la legítima defensa» del Estado hebreo frente a «los terroristas» del movimiento islamista palestino Hamás.

Milei es ferviente defensor de Israel y , aunque no es judío, se acercó al judaísmo en los últimos años y se prevé que designe al rabino Axel Wahnish -que le acompaña en su visita actual- como futuro embajador. 

Tras su llegada Israel, Milei se trasladó a Jerusalén, donde visitó el Muro de los Lamentos, uno de los lugares sagrados del judaísmo.

Javier Milei lloró con el rabino Shimon Axel Wahnish, una persona de la máxima confianza del presidente, tras orar ante el Muro de las Lamentaciones.

El Muro de los Lamentos, es el último vestigio que queda del antiguo templo, considerado el lugar más sagrado donde los judíos pueden orar, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.