Por: Carlos Meneses

Que Vásquez haga lo necesario antes que los parlamentarios lo interpelen y posiblemente censuren.

El ministro de Salud, César Vásquez esperó el vencimiento del plazo de vigencia de un decreto supremo que obligaba la venta de medicamentos genéricos de bajo costo en todas las farmacias del Perú.

Vásquez debió tener a la mano un recurso que ahora esgrime como salvador ante la reacción ciudadana y de los dueños de los establecimientos que expenden medicamentos que han puesto el grito en el cielo, al igual que los consumidores porque los genéricos desaparecieron como por encanto.

Era una decisión política conveniente para todos por los menores precios que tienen, aproximadamente, 40 fármacos que tienen la calidad de genéricos y que cuestan mucho menos que los que vienen de marca. Ese tipo de fallas perjudican la política de Estado y también los intereses de todo aquel que se enferma y que ahora no tiene forma de conseguir lo que el ministro dice que está preparando como una alternativa.

Al parecer, Vásquez presentaría una propuesta a consideración del Consejo de Ministros para ampliar el número de medicamentos genéricos, lo que sería ideal y en todo caso una sustitución adecuada a lo que virtualmente se ha eliminado del mercado consumidor y que evidencia intereses ajenos a los de una población que ahora debe enfrentar el dengue.