Por Orlando Cáceres V.

El representante de la Asociación de Pequeños y Microempresarios Gráficos de Arequipa, Abel Dongo Ramos, señaló que los trabajadores de la zona son perjudicados por los constantes robos, la venta de drogas e, incluso, hay socios que reciben extorsiones por los préstamos ‘gota a gota’ que solicitaron.

Dongo Ramos resaltó que la declaratoria de emergencia en Arequipa -que duró hasta el pasado lunes 6 de mayo- no fue eficiente para ellos. Al día de hoy, todavía se observan malhechores que pululan en las inmediaciones de sus locales para realizar cualquier tipo de delito; afectando a los propietarios de un promedio de 800 negocios.

La calle Nueva es una de las vías más estrechas del centro de Arequipa, que comienza a partir del cruce de la calle Corbacho con Octavio Muñoz Nájar. Esta es una zona con poca iluminación donde los malvivientes tienen facilidades para cometer diversos crímenes como robar a los transeúntes o a los comerciantes dedicados a los servicios de impresión.

Dongo Ramos destacó que los dueños de esos negocios tuvieron que adelantar su hora de salida. Pese a que en años anteriores, estos cerraban sus puertas a las 22:00 horas aproximadamente.

El dirigente dijo que estas personas no pueden permanecer más allá de las 20:00 en el mismo lugar; produciéndose una pérdida económica de alrededor del 20 % de ganancias por los clientes que dejan de contratar sus servicios.

“Todos los días puede observar arrebatos de celulares y carteras. Mientras que, la venta de drogas se está haciendo todas las noches. Esta zona (calle Nueva, principalmente en el cruce con la vía Santo Domingo) se está volviendo un punto rojo”, comentó Abel Dongo.

De acuerdo con él, los trabajadores de la zona explicaron a las autoridades de la Policía Nacional del Perú (PNP), Gobierno Regional de Arequipa (GRA) la situación que confrontan; pero no se les tomó en cuenta. Por esa razón, los mercaderes optaron por instalar botones de pánico para ahuyentar a los malhechores que afectan la tranquilidad del lugar.

“Hemos tenido conversaciones con algunos policías que han venido a tomar nota de los delitos, pero no hicieron nada. En el caso del GRA, tuvimos una reunión con los funcionarios y nos dijeron que tenían un plan de contingencia que funcionaría en los próximos dos años. Esa es una respuesta de burla al ciudadano”, comentó el representante.

ENFRENTAMIENTOS

Dongo Ramos también manifestó que -a raíz de la venta de estupefacientes- recientemente se están observando enfrentamientos entre los vendedores de drogas. Estos (en un intento por tener el control del mercado en la zona) pelean contra otros microcomercializadores con cuchillos. 

Asimismo, Abel Dongo detalló que otras calles del Centro Histórico tienen problemas similares, principalmente por la delincuencia común. Algunas de estas vías son Santo Domingo, 28 de Julio, Dean Valdivia, entre otras. El representante indicó que junto con los vecinos de estos puntos también coordinan para analizar la manera de deshacerse de la delincuencia que atemoriza a la población.