El gas natural y el Perú
Por: Carlos Meneses
El gas de Camisea debe venir de preferencia al sur del Perú y a departamentos como Cusco, Puno y Arequipa.
Las reservas de gas natural que tiene el país son suficientes para abastecer los requerimientos del mercado nacional y podrían significar en el futuro que tengamos un combustible limpio y barato y no como hasta ahora contaminante y caro.
Era y es necesario un cambio en la política que durante los últimos años ha preferido abastecer a países extranjeros y limitar el uso del gas que proviene del departamento de Cusco a Lima y al norte, contrariando lo lógico que significa dar preferencia al sur.
Se requiere de una modificación que favorezca, por ejemplo, a Arequipa para que el parque automotor local reciba en vehículos y hogares lo que debiera estar al alcance de la zona más deprimida y donde se requiere que el combustible sea barato y llegue a través de tuberías a todos los hogares que ahora utilizan Gas Licuado de Petróleo (GLP).
No existe una alternativa más económica que la que se deriva del aprovechamiento de esta reserva que escasea en otras naciones, pero no justamente en la que más la tiene y requiere de ella. Aquí se prefirió iniciar un programa de abastecimiento que solo y parcialmente comprendió a algunos distritos y que fue abandonado cuando los gobiernos se interesaron en vender lo que producía Camisea a otros países y particularmente a aquellos que dieron una oportunidad de lucrar con algo que es peruano y barato.
En Arequipa debe establecerse una planta para el sur, pues resulta increíble que en el propio Cucos, donde está Camisea, se tenga que usar un combustible mucho más caro y hasta de difícil abastecimiento, en lugar de preferir usar lo que nos pertenece y está en nuestro territorio.