Por: Danna Felipe

Vecinos piden más iluminación y control por parte de la municipalidad.

El asesinato de un extranjero encendió ayer las alarmas en Miguel Grau, pueblo joven de Paucarpata. Los vecinos volvieron a pedir al alcalde Marco Antonio Anco que gestione más iluminación para el distrito y fiscalice las fiestas «chicha» y los lugares de entretenimiento nocturno clandestinos.

«Las calles y avenidas de Miguel Grau gozan de la fama de ser peligrosas. Ahora, peor, que han matado a un extranjero. Y es que hay zonas por las cuales da miedo pasar y los delincuentes aprovechan para hacer de las suyas. Son perfectamente oscuras. Las fiestas ‘chicha’ y las ‘huacterías’ tampoco ayudan a mejorar la situación. Solo arman escenarios peligrosos», dijo una vecina de la zona D de Miguel Grau.

Por su parte, Elsa Tisnado, coordinadora de las juntas vecinales de Miguel Grau, informó que la incidencia delictiva se ha reducido. Sin embargo, inevitablemente, el caso de ayer ha opacado todo el trabajo de patrullaje que han realizado estos meses.

«Antes era más común escuchar que habían dejado a una persona abandonada en algún lugar oscuro. Robos al paso. Ese panorama ha cambiado gracias al trabajo articulado que hemos realizado con la Policía y el Serenazgo. Sin embargo, no puedo tapar el sol con un dedo. Debemos redoblar esfuerzos», afirmó.