A pesar del incremento en el parque automotor, la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) no realiza controles de emisiones vehiculares desde el inicio de la pandemia. Tras casi dos años de gestión, recién se trabaja en la modificación del marco normativo para reanudar estas evaluaciones. No obstante, la demora ya habría ocasionado un impacto negativo significativo en la calidad del aire, pues Arequipa supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Actualmente, la MPA cuenta con opacímetros y otros equipos especializados para medir las emisiones de vehículos con motores diésel, incluyendo autos, buses y motocicletas. Sin embargo, la falta de exámenes de emisión vehicular ha contribuido al agravamiento de la contaminación en diversos puntos de la ciudad; entre ellos destacan El Filtro, las avenidas Goyeneche, Jorge Chávez y Salaverry, así como el Cono Norte.

«Estamos adecuando el marco normativo con las instituciones que participarán en los operativos [de medición de humos vehiculares]. En función a ello, recién podremos actuar. (…) Vamos a reactivar las evaluaciones técnicas, pero aún estamos en curso. (…) Observamos que hay exigencias de parte de algunos entes como la PNP y la Fiscalía Ambiental», señaló Giovanni Salas Medina, subgerente de Gestión Ambiental de la MPA.

De acuerdo a la OMS, el límite máximo recomendado de material particulado menor a 10 micras (PM10) es de 45 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, el último informe de calidad del aire realizado en 2023 por la Dirección de Control y Vigilancia del Ministerio de Salud (Minsa) revela que Arequipa registra niveles de hasta 145 microgramos de PM10 por metro cúbico. Esto implica que la contaminación en la ciudad triplica los estándares internacionales, exponiendo a la población a graves riesgos para la salud.

La falta de controles por parte de la comuna provincial no solo compromete la calidad del aire, sino también la salud de miles de arequipeños. La urgencia de reactivar los exámenes de emisiones vehiculares no admite más postergaciones, mientras Arequipa sigue respirando un aire cada vez más insalubre.