Ambulantes amenazan con convertir el Centro Histórico de Arequipa en una «cachina»
La Policía Municipal se ve enormemente superada.
Redacción Diario El Pueblo
Aquellas personas que, por necesidad, deambulaban por las calles y avenidas vendiendo diferentes productos prácticamente ya no existen. Hoy solo hay personas que se apoderan de las vías con carretas, grandes plásticos, maniquíes e incluso vehículos. Prácticas que entorpecen el tránsito vehicular y peatonal, perjudican a quienes optan por la formalidad, generan desorden y, en consecuencia, facilitan un escenario propicio para la delincuencia.
Sin duda, la Policía Municipal ha sido ampliamente superada. No cuentan ni con 100 efectivos, mientras que el número de informales sigue creciendo. Según el último reporte, son más de 2 mil.
Muchas personas desconocen que la única función de la Policía Municipal es retirar a los vendedores «ambulantes» de los espacios públicos, la mayoría de los mismos fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad, título que la UNESCO podría retirar a Arequipa en cualquier momento.
Sin embargo, no se puede ignorar que el poco personal disponible tampoco cumple su única función de forma eficiente. En múltiples veces se ha observado a vendedores ambulantes invadiendo las calles patrimoniales cerca de ellos sin recibir ninguna intervención.
Este desorden es muy evidente en Octavio Muñoz Najar. Los ambulantes se han apoderado del lado derecho de la vía. Como el caos genera más caos, malos conductores contribuyen al problema al estacionarse donde mejor les plazca.
No hay una grúa de la Policía Municipal para llevarse los carros ambulantes llenos de frutas u otros productos. Incluso los comerciantes formales agravan la situación, dejando basura en la calle y reduciendo finalmente la vía a un solo carril.