Machu Picchu es obra maestra  de valor universal excepcional

CUSCO

El 9 de diciembre de 1983, hace 41 años, el mundo se rindió ante la belleza inigualable de Machu Picchu, la formidable ciudadela inca levantada en lo alto de una montaña. Una fecha clave que cambió la visión internacional sobre la cultura peruana y colocó a la construcción inca entre los principales sitios arqueológicos del planeta.

Ese día, durante la Sétima Sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco que se  celebraba en Florencia, Italia, el Santuario Histórico de Machu Picchu fue declarado como “Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad”.

En su declaratoria la Unesco resaltó a Machu Picchu y la calificó como «obra maestra del genio creador humano de valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, la conservación y la belleza natural».

Sostuvo que la ciudad Inca del Santuario Histórico de Machu Picchu es una obra maestra del arte, arquitectura, urbanismo e ingeniería de la civilización Inca, habiendo fungido además como el centro articulador de un vasto territorio.

En su página dedicada a la ciudadela inca la Unesco describe a Machu Picchu, como un paraje de gran belleza, en medio de un bosque tropical de montaña.

«El santuario de Machu Picchu fue probablemente la realización arquitectónica más asombrosa del Imperio Inca en su apogeo. Sus murallas, terrazas y rampas gigantescas dan la impresión de haber sido esculpidas en las escarpaduras de la roca, como si formaran parte de ésta. El marco natural, situado en la vertiente oriental de los Andes, forma parte de la cuenca superior del Amazonas, que posee una flora y fauna muy variadas», subraya.

Unesco resaltó que la construcción del sitio implicó la transformación de una montaña que, además de representar un gigantesco esfuerzo, resultó en una integración excepcional con el medioambiente, convirtiendo a la obra humana en una extensión de la naturaleza.

Refirió, además, que la ciudadela de Machu Picchu es «un testimonio único de la civilización Inca que muestra, en su espacio urbano, una bien planificada organización de funciones sociales, administrativas, religiosas y productivas, y está dotada de componentes y elementos complementarios que le permitieron ejercer un control efectivo del territorio», subrayó.

En ese sentido, destaca que los monumentos y componentes históricos del Santuario Histórico de Machu Picchu se emplazan dentro de un dramático paisaje montañoso de excepcional belleza escénica y geomorfológica, proporcionado un ejemplo excepcional de una prolongada relación armoniosa y estética entre el hombre y la naturaleza. 

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