Por la inclusión digital rural

Por: Mesías Guevara Amasifuen

REFLEXIONES

El Programa Nacional de Telecomunicaciones (Pronatel) es una de las instituciones públicas que tiene como objetivo impulsar la conectividad digital, el cual fue creado mediante decreto supremo en el 2018, con el objetivo de concretar mayores niveles de eficiencia de los recursos, tanto en la formulación, ejecución de proyectos de telecomunicaciones en zonas rurales y lugares de interés social. Transcurrido el tiempo desde su creación es necesario evaluar su gestión, para ver si ha cumplido con los objetivos para el cual fue creado, y proponer cambios para mejorar su accionar. 

Haciendo una rápida revisión, encontramos que en el 2019 resolvieron el contrato con Redes Andinas, afectando la instalación de las redes regionales de Cajamarca, Piura y Tumbes, que siguen paralizadas. Para el 2024 tuvieron como meta poner en funcionamiento 18 redes regionales; hay señas de que 8 no llegarán. Muchas de las redes que están en operación no han sido recibidas para hacerse cargo de su operación y mantenimiento. Hay debilidad en la planificación y elaboración de los proyectos de inversión e intentos fallidos en la adjudicación del mantenimiento temporal de la red dorsal. Existe insuficiente capacidad operativa y administrativa, resaltando la alta volatilidad de sus directivos ejecutivos, entre el 2021 y el 2024 ha habido 9.

Es imperativo reestructurar el Pronatel para convertirlo en el instrumento eficaz que logre cerrar la brecha digital de nuestro país. Aquí algunas propuestas: Dar estabilidad al director ejecutivo designándolo mediante resolución suprema, previo concurso transparente y exigente. Se debe rediseñar su estructura organizacional, haciendo que el responsable TI responda directamente a la alta dirección, separar las direcciones de ingeniería y operaciones, fortalecer el área de gestión administrativa de tal manera que su relación con los proveedores sea ágil y evitando tener contratos rígidos. La implantación del cero papel y la firma digital debe imponerse en todas las áreas, para garantizar su interoperabilidad con sus clientes internos y externos.

El Pronatel, dentro de un modelo integral que comprenda la red dorsal, debería dar valor a las redes regionales y actualizar las capacidades que se ofrecen porque han quedado obsoletas, urge cambiar la visión de brindar el servicio, de tal manera que la conectividad conecte a las instituciones educativas, establecimientos de salud, comisarías y vecinos. Para lo cual se tiene que mejorar la planificación de los proyectos teniendo en cuenta lo técnico, económico, legal y financiero.

Junto a los gobiernos regionales deben elaborar planes de conectividad digital regional, para conocer la infraestructura existente y las brechas por cerrar, porque la inclusión digital no puede esperar.

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