El programa «Orquestando» busca transformar vidas y lo está logrando.

Por Danna Felipe B.

Este es el primer año que Jorge pasará la Navidad en el penal de Socabaya. Nunca en su vida había sentido tanta nostalgia como ahora. Un día dedicado exclusivamente a la familia y los amigos, y él no podrá estar presente. Para Christian no es la primera vez, pero, sin lugar a dudas, el mismo sentimiento lo ha invadido cada año durante estas fechas.

Ambos reos han concluido que lo mejor es mantener sus mentes ocupadas. En los dos casos, la música juega un papel importante. Sin embargo, ellos no pueden colocarse los audífonos y reproducir su «playlist» favorito mientras realizan sus deberes. Por eso agradecen la existencia de «Orquestando», un programa de formación musical que los ayuda a transformar sus vidas y hacer los días de encierro más llevaderos.

Este programa llegó al penal de Socabaya en 2022. El primer y único profesor hasta la fecha, Oscar Roque, explica que los reos pueden participar voluntariamente, tengan o no alguna noción en la música. Actualmente, «Orquestando» cuenta con más de 30 integrantes.

Jorge, por ejemplo, aprendió desde cero. Según él, «el profesor ha sacado su voz de lo más profundo de su ser». Se siente muy orgulloso por ser tenor 2 en. Cuenta que, “desde que llegó al penal, no quiso perder el tiempo”; está decidido a cambiar la forma en la que vivía. Tanto es así que ve su futuro dentro de la música. La experiencia de ofrecer repertorios a otros convictos e incluso a autoridades lo ha marcado enormemente. Por ello también planea comprarse un violín.

En cambio, Christian ya tenía cierta idea de la música desde pequeño. Él afirma que «Orquestando» le permitió combinar la teoría con la práctica, «algo que no pudo hacer cuando estaba en libertad por dedicarse a otras cosas». Pero sabe que la vida continúa y que también ofrece segundas oportunidades para actuar en favor de la sociedad y, sobre todo, de uno mismo. La convocatoria para el programa le llegó como anillo al dedo, pues «no era muy bueno para los talleres manuales». Hoy es el miembro más antiguo del programa.

Roque Moreno resalta que el programa cuenta solo con algunos instrumentos, que, dicho sea de paso, todos son suyos. Por ende, no pueden dejar de ser solo un coro polifónico, es decir, donde la voz es el principal instrumento. Los internos hacen un llamado a las instituciones en general para que, de alguna manera, puedan obtener estas herramientas y seguir ampliando sus conocimientos en la música.

De otra parte, el profesor señala que, en estos años, «Orquestando» ha tenido muy buenos referentes. «Había uno al que le enseñé a cantar desde cero. Lo estaba considerando para grandes cosas. Pero ya se retiró este año, y no quiero volver a verlo en alguna de mis clases dentro del penal», dice en tono de broma.

Vale la pena mencionar que el programa tiene 9 años a nivel nacional y no hay un solo registro de reincidencia.

Muchas personas externas pensarán que no hacen mucho, pero, en realidad, es un programa muy disciplinado. Deben respetar un horario de 5 días a la semana, cuatro horas diarias, mantener un buen comportamiento y cumplir otros deberes. «Aprenden a leer partituras, que es un idioma universal. Cuáles son las figuras musicales y mucho más», asegura Oscar Roque. Las convocatorias se realizan dentro del penal.

Gracias a ello, sobrellevar la nostalgia de estar lejos de la familia, especialmente en fechas como estas, se vuelve un poco más fácil. Aunque el último lunes, por primera vez, pudieron cantarle a sus seres queridos dentro de la cárcel. Luciendo camisa y corbata, fue una experiencia memorable; abrazos, sonrisas, como si las paredes desaparecieran y nunca hubieran tenido ese tropiezo que los condujo hasta ahí.

«A MI MANERA»

Los integrantes de «Orquestando» revelaron que, de todo su repertorio, su canción favorita es «A mi manera». La pieza, adaptada al inglés por Paul Anka, narra la historia de un hombre anciano que, acercándose al final de su vida, hace un recuento de sus acciones y decisiones. «Es como un renacer para ellos», afirma Roque Moreno.

«Estoy mirando atrás y puedo ver mi vida entera. Y sé que estoy en paz, pues la viví a mi manera», dice una parte de esta canción.

DATO

El director de la Oficina Regional Sur del INPE, Joel Quezada, explica que el programa les permite, a través de la música, crear hábitos que quizá no tuvieron en libertad, como responsabilidad, puntualidad, entre otros. Se convierte en una herramienta útil para regresar a la sociedad.