El clima desfavorable y la escasez de la pota afectan a los trabajadores del mar.

Por Danna Felipe B.

Desde este mes hasta febrero, los pescadores arequipeños se adentran al mar para traer a tu mesa el perico. Sin embargo, es como si se hubieran levantado con el pie izquierdo. La temporada está baja.

Ebher Villajuan, coordinador de la Asociación del Puerto Menor de Quilca y Anexos, explicó que el año pasado realizaban un viaje de entre 10 y 12 días y regresaban con hasta 3 toneladas del pez. Ahora, en cambio, pasan entre 20 y 25 días en el mar y con mucha suerte superan las 2 toneladas.

Indicó que las condiciones climatológicas no son favorables y tampoco tienen carnada. «Se necesita que el mar se caliente más para que el pez tenga más necesidad de alimentarse y así caiga en nuestra carnada. Pero ese es otro problema: no hay pota. Usamos otros productos como la lisa, sin embargo, tardamos más en pescarlos», detalló.

Hay que recordar que el depredamiento de la pota se atribuyó fuertemente a las embarcaciones chinas, las cuales no hn respetado las 200 millas del mar peruano.