El Perú lidera la exportación de minerales ilegales en Latinoamérica

Por Jorge Turpo Rivas
Actividad informal mueve más de 10 mil 422 millones de dólares. El país es responsable del 45% del oro ilegal de esta parte del continente.
SE CONCENTRA EN MADRE DE DIOS, PUNO Y AREQUIPA
El Perú pierde 23 mil millones de soles cada año por la minería informal, dinero que no se recauda en impuestos. Además, lidera esta actividad ilícita en Latinoamérica, revela un reciente informe de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
La minería informal se centra en regiones como Madre de Dios, Puno, Ica y Arequipa. Toda esa producción ha generado que el país sea el responsable del 45% del oro ilegal de la región.
“Esta actividad ilícita genera un impacto devastador: mueve más de 10 mil 422 millones de dólares, pero a un costo altísimo. Las pérdidas económicas, la deforestación de nuestros bosques y el aumento de crímenes como la trata de personas y la extorsión son solo algunas de sus consecuencias”, indica el informe.
Agrega que se han depredado 31 mil hectáreas de bosques, muchas veces un costo de vidas. Según el reporte oficial ya suman 40 defensores medioambientales asesinados por enfrentarse a las mafias de la minería ilegal y la mafia de la tala de árboles.
Todo ello ha generado una gran economía ilegal que pasa por delitos de trata de personas, lavado de activos y extorsiones.
Un punto que cuestiona el informe es el relacionado al presupuesto, es decir el dinero que el Gobierno Nacional destina para combatir la minería ilegal.
REDES revela que el presupuesto cayó en un 37%. “Es decir, de cada 100 soles destinados a seguridad, sólo 0.50 centavos de sol son gastados para la lucha contra la minería ilegal”, señala el documento.
De otro lado, el Observatorio de Conflictos Mineros advierte que el avance de este tipo de minería es una de las principales fuentes de conflictividad social porque incluso se están disputando territorio a la gran minería.
También destaca que tras la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), ha quedado evidenciado que la minería ilegal tiene contactos y relaciones políticas en el Congreso y el Ejecutivo.
Esa relación apunta a fortalecerse en los próximos años porque es un sector que tiene injerencia directa en las campañas electorales.
El Reinfo, vigente desde el 2017, es la puerta de entrada para los mineros ilegales que se registran y empiezan a operar de manera informal. Esa situación se debe a que el Reinfo abre un largo proceso de formalización que les permite seguir con sus actividades extractivas.
Lo que se propone desde REDES es generar políticas con plazos estrictos y acompañamiento efectivo a los mineros informales para que logren su formalización. “No se trata sólo de ampliar un régimen como el Reinfo que al momento no solucionó el problema”, apunta el informe.

Según cifras oficiales, al momento en el país hay más de 300 mil mineros ilegales, especialmente en la región Madre de Dios. Otro problema anexo es que, por ejemplo, en el límite con Bolivia se han unido al narcotráfico y ahora operan en lo que se conoce como “narcominería”.
Actualmente, el valor del oro extraído de manera ilegal es muy significativo. Un gramo de oro se cotiza en 320 soles aproximadamente. Los mineros ilegales extraen unos cuatro kilos de oro al mes, lo que representa más de 1 millón de soles mensuales.
La situación es grave porque estas actividades no sólo dañan la economía formal del país, sino que también tienen un impacto devastador en el medioambiente y las poblaciones locales.
La minería ilegal ha crecido muy rápido, especialmente en áreas de difícil acceso, lo que dificulta el control por parte de las autoridades. En el caso de Arequipa las provincias de Caravelí y Camaná concentran la mayor cantidad de mineros informales.
En la zona de Secocha, distrito de Urasqui en Camaná, la inseguridad creció tanto que los dirigentes mineros tomaron la decisión de expulsar a todos los ciudadanos extranjeros. Los acusan de cometer robos, asaltos, trata de personas y hasta violaciones. Consideran que los extranjeros han hecho de Secocha una zona considerada como “tierra de nadie”.