Por Jorge Turpo Rivas

Los nuevos hospitales de Camaná, Cotahuasi y el Cono Norte de la ciudad, siguen deteriorándose a medio construir y sin que la gestión del gobernador, Rohel Sánchez, ponga fecha de reinicio de los trabajos.

MÁS DE 72 MESES SIN SOLUCIÓN

A pesar de las deficiencias en los servicios de salud que afectan a miles de pacientes, la región Arequipa tiene tres nuevos hospitales a medio construir. Se trata de obras abandonadas hace más de seis años en Camaná, Cotahuasi y el Cono Norte de la ciudad. Hasta la fecha no se pueden reactivar.

En dos años de gestión, el gobernador regional, Rohel Sánchez, no ha podido concluir los expedientes de saldo de obra y culminar la construcción de esos hospitales que se iniciaron en la administración de la exgobernadora, Yamila Osorio.

El único que se pudo poner al servicio de los pobladores fue el Centro de Salud de Chala, en la provincia de Caravelí, pero funciona prácticamente como una posta médica sin especialidades y sin atender las 24 horas por la falta de personal médico.

El gobierno regional resolvió los contratos con las empresas constructoras y se comprometió a realizar los expedientes de saldo de obra, pero ahí también surgieron problemas.

Por ejemplo, en el caso del hospital Maritza Campos del Cono Norte, la Contraloría reveló irregularidades y retrasos de parte del consultor a cargo del expediente de saldo de obra. Esa situación provocará que el reinicio de la obra se siga postergando.

Lo mismo ocurre con el hospital de Cotahuasi donde además hay un grave deterioro en la infraestructura construida y en los equipos adquiridos que quedaron almacenados. Incluso hay una ambulancia cero kilómetros que se está oxidando sin poder estar al servicio de la población.

El hospital de Camaná es el único que al momento tiene fecha de entrega del expediente de saldo de obra. Debió estar listo a fines de este año, pero se postergó para los primeros días de enero.

Recién con ese documento se puede convocar a un nuevo proceso de licitación para acabar la obra o realizarla bajo la modalidad de administración directa, una característica de la gestión de Rohel Sánchez.

NECESIDAD

El hospital Maritza Campos, ubicado en la avenida 54 de Cerro Colorado, serviría para descongestionar los servicios de los hospitales Honorio Delgado y Goyeneche. Se han invertido más de 161 millones de soles hasta el momento y la obra sigue inconclusa.

La gestión de Yamila Osorio le entregó la buena pro al Consorcio Hospitalario Sur integrado por las empresas Eralma Constructora SAC, Assignia Infraestructura S.A. y Neso Constructora SAC.

En el actual consejo regional se formó una comisión investigadora que determinó serias irregularidades, presuntos favorecimientos y corrupción en la ejecución de esa obra que involucra a funcionarios del Gobierno Regional.

Llama la atención que la empresa Eralma integró prácticamente todos los consorcios que ganaron las licitaciones para ejecutar los hospitales que ahora están abandonados a medio construir.

En el informe de la comisión investigadora se determinó que hubo responsabilidad en los exfuncionarios, Miguel Velásquez Condori, René Ramos González, Renzo Valencia Chávez, Justa Mamani Palomino quienes laboraban en la Oficina Regional de Administración y aprobaron, en el caso del hospital de Camaná, hasta diez ampliaciones de plazo que no sirvieron para concluir la obra que quedó en un 72% de avance.

Asimismo, se estableció responsabilidad en los exjefes de Asesoría Jurídica, Miguel Santa Cruz Ochoa Cuadros y Augusto Palaco Toro. Se incluye también a la exprocuradora, Rosa Vallejos Beltrán y la procuradora, Amparo Begazo de Dávila, debido a que aprobaron la conciliación y homologación del laudo arbitral después de la resolución por incumplimiento de la contratista.

Al momento, a pesar de las evidentes irregularidades que dejaron paralizadas las obras, no hay ninguna persona afrontando un juicio por presunta corrupción.

El consejero regional, César Huamantuma, expresó que este tipo de hechos no deben quedar impunes porque eso genera que haya más funcionarios actuando al margen de la ley confiados en que no les ocurrirá nada.