Me gustaría que me recuerden como la mejor tenista y persona
Tita Zea es la mejor del mundo y representa a Arequipa.
Tita Zea aprendió a jugar tenis a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, en una remota hacienda ubicada en Nuñoa (Puno), hace más de 50 años. Desde ese primer raquetazo, en una cancha construida por su padre, comenzó el camino de la tenista arequipeña quien ahora ocupa el primer puesto nivel mundial en la categoría sénior de tenis del ranking mundial ITF Word Tenis Máster.
“Empecé a jugar torneos en Arequipa desde los 14 años, competía con chicas mayores y siempre les ganaba. Durante 20 años ininterrumpidos, nunca me ganó nadie”. Y justamente por esa racha de victorias, el Club Internacional le rindió homenaje, bautizando la cancha número 9 con su nombre.
El camino hacia la cima no ha sido fácil. Tita incursionó en un deporte que no consideraba a tenistas del interior del país. Según indica, los torneos nacionales e internacionales se centraban en Lima, y no había consideración para deportistas del resto del Perú.
A pesar de sufrir varias lesiones graves, como la rotura de meniscos en ambas rodillas y un daño en el manguito rotador del hombro, nunca se rindió. En febrero del 2020, ganó un torneo grado 1000 en México, el cual la posicionaba en el primer lugar a nivel mundial junto a otra tenista portuguesa.
El secreto detrás de todo es la disciplina, la resiliencia mental y una rutina meticulosa son los secretos de su éxito. Además, mantiene un estilo de vida saludable, evitando distracciones como el consumo de alcohol, y cuidando su alimentación.
Para Tita, el tenis es mucho más que un deporte; es una pasión que la ha acompañado toda su vida. A sus 60 años. Espera seguir jugando tenis hasta pasados los 80 años como lo hicieron sus padres. En cuanto a sus logros y metas alcanzadas, la tenista tiene las cosas claras. “Sí me gustaría que me recuerden como una tenista que llegó a ser la número 1 del mundo, pero sobre todo como una buena persona”.