Mafia dentro del Ejército robaba municiones para venderlas a criminales
Nuevas confesiones de oficiales del Ejército del Perú han permitido desentrañar el funcionamiento de una supuesta red de corrupción dentro de la institución. Las declaraciones de subtenientes y tenientes han sido clave para conocer el modus operandi detrás del robo de municiones ocurrido en los últimos meses de 2024, así como los eventos que llevaron al descubrimiento de esta operación ilícita.
El caso salió a la luz tras una entrega fallida de municiones. La Dircote intervino un vehículo que era manejado por Anderson Santa Cruz Chalco, mientras que Danae Durand Manco se encontraba de copiloto. En la maletera se hallaron dos bolsas con 2.000 y 1.600 proyectiles en cada una. En ese momento, ambos detenidos narraron cómo obtuvieron estos proyectiles.
Danae Durand recibió una llamada crucial alrededor de las 20:00 horas del 5 de enero. En la línea telefónica se encontraba su compadre José Miguel Zapata Alemán, técnico del Ejército, quien le solicitó un servicio de taxi.
Según la conversación, debían recoger una encomienda en las inmediaciones de la Villa Militar Las Palmas, ubicada en Chorrillos, y trasladarla hasta una calle en el distrito de La Victoria. De inmediato, Durand recibió un mensaje por WhatsApp con el número de contacto de la persona que recibiría las bolsas.
Además, se le precisó que la entrega debía realizarse en la calle 28 de Julio, en La Victoria, y se le informó que la persona encargada de recibir la carga “era de confianza”, por lo que no debía preocuparse. En ese momento, les esperaba Christian Jheyson Revilla Barzola (28), quien fue el encargado de entregar las municiones. Por el “servicio de taxi”, se les pagó S/ 50.
El coronel José Franco, jefe de la Divpol Centro, indicó al citado medio que tenían información de que estas municiones saldrían por la frontera hacia Ecuador, para luego ser vendidas a organizaciones criminales.
Tras ser intervenido, Revilla Barzola solo habló una vez ante las autoridades, reconociendo haber sido la persona encargada de sustraer los proyectiles. Sin embargo, luego guardó silencio en presencia de su abogado.
