Por la vía de los penales el equipo peruano avanzó a fase 3

Lo impensado. Un equipo que participa en una liga tan venida a menos como la nuestra eliminó anoche a un grande de Sudamérica, a Boca Juniors de Argentina. Alianza Lima hizo historia con una victoria en «La Bombonera», ganaron 1-0 en casa, perdieron 2-1 de visita, empataron 2-2 en el global, luego triunfaron 5-4 en los tiros de los doce pasos.

El entrenador, Néstor Gorosito, tan criticado a su llegada a la Victoria, hoy es un héroe que ha logrado poner a los «Íntimos» en la palestra del mundo porque no arrugó ante miles de hinchas xeneinses ansiosos de ver a su equipo dándose un banquete. Lo cierto es que varios se limpiaron la boca antes de haber comido. Ahora el rival será el buen cuadro del Deportes Iquique de Chile.

Ayer los blanquiazules jugaron sabiendo que la presión estaba más encima de los locales que de ellos porque el peso de la tradición de un gigante puede muchas veces jugarle en contra. Por eso es que fue importante la experiencia de Barcos con un golazo para el empate, Lavandeira, el ex Melgar en un gran nivel, Noriega un patrón del medio campo y Viscarra sólido en el arco.

Era sabido que Trauco se jugó la vida al anotar su penal, los hinchas no le iban a perdonar una eliminación luego de su autogol. Alianza Lima tuvo buen juego, garra y ansias de gloria para lograr una clasificación de la que se hablará hasta el cansancio.

Con los dientes apretados, porque los argentinos empujaron siempre hacia el gol. Con el peruano Advíncula en un buen nivel pero no sus compañeros. El preludio de la eliminación se dio en el último minuto del partido para que Cavani, un crack del fútbol, falle de forma increíble a un metro del arco peruano.

Luego hubo calidad para meter los penales y mérito de Viscarra al atajárselo al joven Alan Velasco. Viscarra, Enrique, Zambrano, Garcés, Trauco, Noriega, Lavandeira, Ceppelini, Castillo, Quevedo, Barcos, Gaibor, Cantero y Guerrero son los héroes que enmudecieron el infierno de Boca Juniors y que trajeron un momento feliz para sus seguidores y, en realidad, para el fútbol peruano.

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