El ejercicio se ha convertido en un refugio para muchos adultos mayores

Por: Daniela Santander Revilla

No es un secreto que, al llegar a cierta edad, el sentimiento de sentirse inútil aparece en la mente de muchos adultos mayores. Y el saber que ya no se posee las cualidades que se tenía años antes, los lleva a cuadros depresivos y a desmotivarse completamente. Sin embargo, hay muchas personas de la tercera edad que deciden romper con estos pensamientos. Alberta Huaracha tiene 65 años, pero lleva participando de talleres de gimnasia rítmica desde sus 52. Ha encontrado en estas actividades, un escape para el estrés de casa y el apoyo de una comunidad que entiende sus pesares.

“Amigas lindas, acudan a los talleres, en la gimnasia encuentran cuerpo sano, mente sana. En la casa estamos deprimidas, estresadas”, comenta Alberta, resaltando la importancia de salir de la rutina y mantenerse activas. La gimnasia rítmica y otras actividades se han convertido en un refugio para muchos abuelitos, quienes encuentran en estos encuentros una oportunidad para mejorar su salud física y emocional.

La práctica constante no solo mejora la movilidad y el estado físico, sino que también ayuda a combatir el estrés y la ansiedad, promoviendo una vida más saludable. Más que clases de gimnasia, estos encuentros han formado una comunidad. Las asistentes no solo se ejercitan, sino que también fortalecen lazos de amistad y apoyo mutuo. Es una excelente opción en lugar de quedarse solos en casa y sin hacer mucho.

La experiencia de Alberta es un testimonio de cómo el movimiento y la compañía pueden transformar la vida de muchos adultos mayores. Su entusiasmo la llevó a invitar a sus amigas a unirse a esta actividad, convencida de que el ejercicio no solo fortalece el cuerpo, sino también la mente. Recordemos que el hacer ejercicio ya sea en las municipalidades de sus distritos o en sus propios hogares es un gran avance.