Llegar a la fuerza es una forma cavernicola de resolver las diferencias.

Por Danna Felipe B.

Somos seres pensantes. Recurrir a la fuerza es volver a la prehistoria. Puedo estar en desacuerdo con una disposición municipal y tengo todo el derecho de darlo a conocer, pero siempre guardando las formas. La mejor opción será siempre una comunicación oportuna.

El último sábado 8 de marzo un gran número de personas pasó por alto la disposición municipal e ingresó a la Plaza de Armas. El decano del Colegio de Sociólogos de Arequipa, Francisco Huanca, es respetuoso del fin: el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, aclaró: «¿Por qué tenemos que estar alejados de las autoridades o ellas de nosotros? ¿Por qué no sentarnos a conversar?».

La instalación masiva de vallas fue anunciada después de los actos vandálicos del domingo 2 de marzo. «Francisco encabeza esa marcha. Perfecto. Sé que el ingreso a la Plaza de Armas estará restringido hasta el domingo. Voy donde corresponda y solicito que nos dejen ingresar. Conversar. No debemos llegar al punto de enfrentarnos. Es una forma muy cavernícola. Igualmente, el municipio debió prever. Conversar. Ahí ha habido un divorcio», puntualizó Huanca Ramos.

Recordó a la población que las leyes, reglas y normas tienen como fin regular la vida en sociedad sin ser extremistas. En este caso, la disposición municipal buscaba evitar que se jugaran carnavales en la plaza para preservar los bienes patrimoniales. Esa era su razón de ser. Para que lo entiendan, dijo que no tendría sentido si hoy, las vallas siguieran alrededor del corazón de la ciudad.