El Sombrero Arequipeño, un emblema de identidad y tradición

Su presencia en el buen vestir y la cultura local muestra una tradición viva

Por: Daniela Santander R. Fotos: Miguel Zavala

Es usual para nuestros compatriotas de otras regiones, incluso para nosotros mismos imaginarnos a un hombre con un sombrero blanco de ala ancha y correa de cuero oscura al pensar en la palabra “arequipeño”. Al fin y al cabo, este no es solo un accesorio, es también un emblema cultural que ha trascendido generaciones. Su historia, artesanía y significado reflejan la identidad de la Ciudad Blanca manteniendo viva una bonita tradición.

En su obra “El sombrero en el imaginario social arequipeño 1900-2000”, Serbando Chuquicondo Vilcape y Paúl J. Cayani Chávez dan a conocer que el uso del sombrero arequipeño no solo ha sido una manifestación cultural, sino también un reflejo de las diferencias sociales a lo largo del siglo XX. Este permitía distinguir a los arequipeños de la élite de aquellos que formaban parte de la población trabajadora. Mientras que los primeros lo utilizaban como un accesorio de moda, los segundos lo empleaban principalmente como protección contra el sol, las labores en la campiña los obligaban a estar expuestos a las inclemencias del clima.

Más allá de su uso práctico, el sombrero se ha convertido en un símbolo de la identidad regional. El sombrero evoca la imagen del caballero arequipeño de antaño, con su carácter distinguido y orgulloso de su tierra.

El verdadero sombrero arequipeño es de paja, con copa y ala grande, y ha sido tradicionalmente utilizado por los chacareros, apuntan los autores del libro. Su adquisición representaba un símbolo de estatus, pues no todos podían permitirse uno debido a su elevado costo de confección. Este sombrero es elaborado con un tipo especial de paja llamada Macora, lo que le otorgaba su característico, tono, durabilidad y diseño.

Sin embargo, la elección del tipo de sombrero variaba según la actividad y el momento del día. En la mañana predominaban los sombreros de paja, mientras que en las tardes se optaba por los de fieltro o paño. Así como también las distintas clases sociales, quienes contaban con mayores recursos optaban por sombreros elaborados con paja importada de Italia o Panamá, así como de paño inglés. En contraste, aquellos con menor poder adquisitivo utilizaban sombreros confeccionados con paja de Piura y paño de Marangani.

El proceso de confección del sombrero arequipeño es una labor artesanal que ha sido transmitida de generación en generación. Actualmente son variados sus puntos de venta.

La sombrerería Carrasco se fundó en 1929 por el arequipeño Eustaquio Carrasco Espinal. A puertas de cumplir un siglo de existencia, ha visto pasar por su tienda notables figuras de la región. Los gustos más sofisticados hasta los más sencillos han sido atendidos aquí. No hay un gusto único, pero todos sus clientes denotan ese agrado y respeto por esta prenda de cabeza única.

 A su vez, la señora Mónica Cahuina Zapana, dueña de Sombreros Chalan G&M en el mercado San Camilo, es especialista en la manufactura de este producto, explica que la producción sigue técnicas tradicionales que garantizan calidad y durabilidad. El material más fino utilizado sigue siendo la Macora, el cual es cuidadosamente seleccionado para ofrecer firmeza y comodidad al usuario.

El precio de los sombreros varía según la calidad y el detalle de su tejido. Los más económicos oscilan entre 150 y 180 soles, mientras que los más costosos pueden alcanzar los 5 000 e incluso 15 000 soles. La principal diferencia entre ellos radica en el tipo de tejido: cuanto más fino y elaborado sea, mayor será su precio.

Estos sombreros son utilizados por personas de distintos sectores, desde campesinos y ganaderos, como por los aficionados criadores de toros de pelea. Por supuesto, también en los guardarropas de los gerentes y empresarios no puede faltar. Además, existen múltiples decoraciones para esta prenda, aunque el cliente suele optar más por las correas lisas.

Actualmente, a pesar de la modernización y la influencia de nuevas tendencias en la moda, el sombrero arequipeño sigue presente en la vida de los pobladores. Es utilizado en diversas ocasiones, desde actos oficiales hasta eventos culturales, demostrando que su valor trasciende el tiempo. Su presencia en la moda y la cultura local demuestra que la tradición sigue viva, y su valor simbólico lo mantiene como un emblema de Arequipa a lo largo del tiempo.

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