Contraloría detecta más trabas para terminar el hospital Maritza Campos

Por Jorge Turpo R.

El órgano de control halló hasta seis irregularidades en el expediente de saldo de obra que ya superó todos los plazos. La obra se seguirá retrasando ante la irresponsabilidad del consorcio encargado y la mala supervisión.

EXPEDIENTE TÉCNICO CON FALLAS

La obra del hospital Maritza Campos Díaz en Cerro Colorado, Arequipa, prometía convertirse en un establecimiento de salud de nivel II-1 quirúrgico, con siete niveles, salas de hospitalización, emergencia, centro obstétrico y más. Su ejecución empezó en octubre de 2018, con un presupuesto inicial de S/ 134 millones y un plazo de 540 días calendario. Hoy, casi siete años después, sigue a medio construir y paralizada desde 2023.

Fue en la gestión actual del gobernador Rohel Sánchez, donde se intentó retomar el proyecto. El Gobierno Regional de Arequipa contrató por S/ 3.9 millones al Consorcio Maritza Proyecto para elaborar el expediente técnico de saldo de obra, requisito indispensable para reactivar la construcción. Sin embargo, un reciente informe de la Contraloría General de la República ha puesto en evidencia seis graves situaciones adversas que comprometen no solo la ejecución del proyecto, sino también la calidad del servicio que el hospital ofrecerá a futuro.

MAL EXPEDIENTE

La principal observación de la Contraloría es que el expediente técnico de saldo de obra no contiene información clara ni precisa sobre los metrados, insumos, cotizaciones y gastos generales que deberían sustentar el presupuesto referencial. Esta omisión puede derivar en ofertas económicas que no reflejen el costo real de la obra, generando así una sobrevaloración.

Además, la fórmula polinómica que se emplea para calcular el ajuste de precios tampoco ha sido planteada conforme a las bases del proceso ni a la normativa vigente. Sin este elemento, cualquier reajuste de costos durante la ejecución podría volverse arbitrario y poco transparente.

EQUIPAMIENTO INCOMPLETO

Otro punto crítico está relacionado con el equipamiento médico y el mobiliario. El expediente técnico presenta incongruencias entre lo señalado y lo que realmente se necesita. Por ejemplo, hay diferencias en la cantidad de equipos requeridos y no se incluyen las especificaciones técnicas necesarias. A ello se suma la ausencia de planos para la ejecución del mobiliario, lo cual pone en riesgo la eficiencia operativa del hospital cuando finalmente entre en funcionamiento.

REDES SANITARIAS MAL DISEÑADAS

Las deficiencias también alcanzan a las instalaciones sanitarias. Según la Contraloría, los diseños de las redes de agua y desagüe no cumplen con la normativa específica del sector. Esta omisión podría afectar directamente el funcionamiento de estos sistemas, comprometiendo ambientes sensibles como quirófanos, salas de hospitalización o laboratorios.

SIN AUTORIZACIÓN

Otro de los vacíos detectados es la falta de una autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para la construcción propuesta. La ubicación del hospital se encuentra dentro del área de influencia del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón, y sin la verificación correspondiente, existe el riesgo de que se ordenen modificaciones en plena ejecución, lo que conllevaría sobrecostos y demoras.

EIA SIN ACTUALIZAR

El expediente incluye un estudio de impacto ambiental semidetallado, pero este no ha sido actualizado. La normativa ambiental exige que los estudios contemplen medidas vigentes de prevención y mitigación de impactos negativos. Ignorar esta actualización puede no solo afectar el entorno, sino también exponer al Gobierno Regional a sanciones legales.

CAMBIOS SIN AVAL

Por último, la Contraloría advierte que las modificaciones planteadas en el expediente —como demoliciones, ampliaciones o traslados de ambientes— no cuentan con una opinión favorable del Ministerio de Salud. Esta carencia podría impedir que, una vez culminada la obra, el establecimiento de salud sea transferido y puesto en funcionamiento.

SIETE AÑOS DE ESPERA

La historia de este hospital es un reflejo de cómo la burocracia, la falta de supervisión técnica y la improvisación pueden convertir una inversión millonaria en una estructura inconclusa. El primer contrato fue con el Consorcio Hospitalario Sur por S/ 134 millones, pero este fue resuelto en 2023 debido a penalidades acumuladas.

A la fecha de su última valorización, el avance financiero alcanzaba el 87.5 %, pero el avance físico apenas llegaba al 58.2 %.

La reactivación del proyecto bajo el marco de la Ley 31589 parecía una luz al final del túnel. No obstante, el contrato con el Consorcio Maritza Proyecto, lejos de acelerar la culminación de la obra, ha traído consigo más incertidumbre debido a las serias deficiencias técnicas de su entregable.

Contraloría advierte irregularidades en proyecto de saldo de obra.

Arequipa sigue esperando un hospital que alivie la carga de sus centros de salud. La desconfianza crece mientras los documentos técnicos que deberían abrirle la puerta a una infraestructura moderna y funcional parecen, más bien, levantar nuevos muros. Porque a veces, el expediente que debía cerrar un ciclo de abandono, termina abriendo otro capítulo de frustraciones.

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