El mensaje de ayer

El gobierno de Dina Boluarte no soportó la persistencia de los mineros informales y los puso en su sitio, acompañada de cinco ministros les advirtió que no se prorrogará después del 31 de diciembre la ampliación de su actividad ilegal, ocupación de carreteras y fin de una situación irregular que daña al país.

Estaban a su alrededor los titulares de Energía y Minas, Jorge Montero Cornejo, de Defensa, del Ministerio del Interior y hasta el propio presidente del gabinete. La mandataria estaba a punto de cumplir un año de no hablar con los periodistas y contestó cinco preguntas que desmenuzó entre lo que debería de contestar y lo que no era pertinente de hacerlo.

La presidenta demandó la inmediata desocupación de la calle que está delante del edificio del Congreso y la suspensión de los bloqueos de carreteras que abarcan parte de la República incluida las zonas de Arequipa. Para esto preparó un anticipo a través del canal oficial TV Perú y demoró para atender las preguntas excepto aquellas que no consideró prudente contestar.

Estaba incomodada, era evidente y fue dura en la advertencia que hizo con respecto a los mineros informales a los que dijo que no habrá ninguna prórroga adicional en el tratamiento de su problema, previamente hizo acciones espectaculares para poner en su sitio a los revoltosos que han ocupado dos cuadras de la calle que está delante del edificio del Legislativo y les advirtió que vuelvan a sus casas y acaten la ley porque no habrá más ampliaciones.

 SUMILLA

El discurso de la presidenta no se anduvo en medias tintas, fue severo con relación a la minería informal.