Por Jorge Turpo R.

Sigue el bloqueo de la Panamericana Sur. El presidente de la CCIA, Carlos Fernández, exige al Ejecutivo Nacional dar una solución al conflicto con mineros informales en 24 horas.

CCIA: AREQUIPA AL BORDE DEL DESABASTECIMIENTO DE COMBUSTIBLE

El sur del Perú está al borde del colapso logístico. Desde hace más de 24 horas, el bloqueo total de la carretera Panamericana Sur a la altura de Chala mantiene incomunicadas, por vía terrestre, a las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna. Mientras tanto, el Ejecutivo guarda silencio.

La Cámara de Comercio e Industria de Arequipa alzó la voz y exige una solución inmediata: que el Gobierno instale una mesa de diálogo con los mineros informales y que lo haga ya. “No podemos esperar más de 24 horas”, advirtió su presidente, Carlos Fernández.

La advertencia no es retórica. El impacto de este bloqueo ya se siente en los grifos, donde se han formado largas filas para abastecerse de Gas Licuado de Petróleo (GLP), un combustible esencial para los taxistas que han reconvertido sus vehículos para operar con este insumo más barato.

El GLP que se consume en Arequipa llega desde Ica a través de camiones cisterna que hoy están varados en la vía, imposibilitados de avanzar.

Pero el problema va mucho más allá del combustible. “Estamos en riesgo de desabastecimiento de alimentos”, dijo Fernández. Frutas y verduras que provienen del norte y del centro del país están deteriorándose dentro de camiones atrapados en medio del bloqueo. Los productos no llegan, se pudren, se pierden, y con ellos también se pierde el esfuerzo de los agricultores y transportistas.

“No se está afectando solo a Arequipa. El sur entero está aislado”, enfatizó el representante del gremio empresarial. “El turismo también sufre, muchas personas que se movilizan por carretera no pueden llegar ni salir. Es inconcebible que el Ejecutivo nacional siga sin ofrecer una solución concreta”.

Según Fernández, la pasividad del Gobierno resulta “irresponsable” y puede acarrear consecuencias económicas severas en las próximas horas.

La Cámara de Comercio exige que se conforme de inmediato una mesa de trabajo con los representantes de los mineros informales, quienes reclaman mayores facilidades para su formalización.

“El Estado debe atender este problema estructural, pero no a costa de

paralizar medio país. Ya no se trata de un paro local, se trata de un problema nacional”, señaló Fernández.

La protesta de los mineros informales empezó la semana pasada, pero se radicalizó desde ayer con el cierre absoluto de varios tramos de la Panamericana Sur, especialmente en Chala, en la provincia de Caravelí, donde los manifestantes han tomado el control de la vía.

En total, se han reportado bloqueos en al menos seis puntos críticos del país, lo que también ha afectado el tránsito en regiones como Ica, Cusco y La Libertad.

Por su parte, el jefe de la IX Macro Región Policial, general Olger Benavides, ha reconocido que la Policía no tiene la capacidad operativa para enfrentar la situación. “Tenemos más de cuatro mil manifestantes apostados en la vía. Solo contamos con 200 efectivos en la zona. Estamos esperando refuerzos desde Lima”, declaró. La espera, sin embargo, podría costarle caro al sur.

La parálisis ha desnudado una vez más la fragilidad del Estado para atender conflictos sociales que, lejos de ser nuevos, llevan años postergados. Mientras los pedidos de formalización minera se empolvan en escritorios del Ejecutivo, las regiones pagan el precio. Literalmente.

“El Gobierno debe actuar ya”, insistió Carlos Fernández. “Estamos al borde del desabastecimiento de productos esenciales. ¿Qué más tiene que pasar para que nos escuchen?”

Arequipa mira hacia Lima, pero Lima aún no responde. Y el sur sigue bloqueado.