En el Perú, miles de trabajadores enfrentan diariamente tareas en condiciones de alto riesgo, desde la construcción y la minería, hasta la industria manufacturera o eléctrica. Ante este escenario, el Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR) no es solo un mecanismo legal, sino un salvavidas real que garantiza atención médica especializada, rehabilitación e incluso pensiones por invalidez o sobrevivencia.

Este seguro, regulado por la Ley N.° 26790 y sus reglamentos, es de carácter obligatorio y debe ser contratado por la entidad empleadora para todos aquellos trabajadores expuestos a accidentes o enfermedades profesionales, según el listado de actividades detallado en el Anexo 5 del Decreto Supremo N.° 009-97-SA. La falta de cumplimiento no solo expone a la empresa a fuertes sanciones, sino que pone en riesgo la salud, la vida y el sustento de sus trabajadores y familias.

El SCTR cubre accidentes dentro y fuera del centro de trabajo, siempre que estén relacionados con la actividad laboral, e incluye prestaciones médicas, asesoramiento en salud ocupacional y pensiones si el daño es irreversible. Incluso, si se produce una invalidez, la aseguradora debe asumir el pago de la pensión correspondiente, tomando como base la remuneración del trabajador afectado.

En un país que avanza hacia una mayor formalización laboral, resulta urgente fortalecer la cultura de la prevención y la fiscalización. La Sunafil, a través de sus inspecciones y la herramienta digital “Sunafil en tus manos”, promueve que tanto empleadores como trabajadores conozcan y ejerzan sus derechos. Recordemos que el trabajo digno implica no solo un salario justo, sino también garantías reales para volver sanos a casa.

En definitiva, el SCTR no es un trámite más: es una obligación legal y un acto de responsabilidad social. Ignorarlo o incumplirlo puede costar más que una multa: puede costar una vida.