Grifos contra incendios en Arequipa están inoperativos y sin mantenimiento
Por Jorge Turpo R.
Tras una serie de incendios urbanos, el informe de la Contraloría expone un riesgo crítico para la seguridad ciudadana en Arequipa: casi la mitad de los grifos contra incendios inspeccionados están fuera de servicio y el resto presenta fallas técnicas.
REVELA INFORME DE CONTRALORÍA
Arequipa arde, y no es solo una metáfora. El pasado 3 de junio, un incendio arrasó con una mueblería en la calle Manuel Muñoz Najar, en pleno Cercado. La emergencia obligó al Cuerpo General de Bomberos a depender de camiones cisterna porque los grifos contra incendios de la zona no funcionaban. No fue un caso aislado.
Según un reciente informe de la Contraloría General de la República, Arequipa enfrenta una seria vulnerabilidad ante siniestros: casi el 50% de los grifos evaluados están inoperativos, y el resto presenta fallas que comprometen su uso en emergencias.
El documento, elaborado por el Órgano de Control Institucional (OCI) de Sedapar, revela que de los 17 grifos inspeccionados en zonas estratégicas de Arequipa —como el Cercado, Vallecito, el Parque Industrial, Ferroviarios y el Centro Histórico— ocho simplemente no funcionan.
En los nueve restantes se detectaron problemas como válvulas sin tapa, bocas sin cadenas de seguridad, obstrucciones internas, y en algunos casos, grifos cercados con rejas o sin número de identificación visible.
La gravedad es mayor si se considera el contexto urbano en el que fueron evaluados. En la zona comercial de la avenida Venezuela, los tres grifos inspeccionados estaban completamente inutilizables.
Uno de ellos, por ejemplo, tenía basura en su interior, producto de la ausencia de tapa y marco protector. En la zona industrial, aunque los grifos eran operativos, todos presentaban deficiencias técnicas.
En el Centro Histórico, una zona de alto valor patrimonial, los cuatro grifos evaluados eran inoperativos: las válvulas no fueron ubicadas y las tapas estaban rotas o ausentes.
Un grifo inoperativo no es solo una pieza metálica abandonada, es una sentencia de espera para los bomberos y una condena para quienes habitan o trabajan en las cercanías.
El informe recuerda además que el uso de estos sistemas corresponde a los bomberos, pero su mantenimiento es responsabilidad directa de Sedapar.
El problema no termina ahí. La Contraloría también detectó que el catastro técnico de grifos no ha sido actualizado desde 2018.
De hecho, en al menos seis casos, grifos que figuraban como “operativos” en el registro de ese año resultaron ser inoperativos en la inspección realizada en junio pasado.
Esta desactualización no solo impide una gestión eficiente, sino que pone en riesgo la localización rápida de un grifo funcional durante una emergencia.
Si un bombero no sabe dónde está el grifo, o si lo encuentra y no funciona, perdemos tiempo. Y en un incendio, el tiempo se mide en vidas.
Las deficiencias también evidencian un incumplimiento del reglamento de calidad de prestación de servicios de saneamiento, que obliga a las empresas prestadoras como Sedapar a mantener un programa anual de mantenimiento preventivo de grifos contra incendios.
El artículo 76 del mismo reglamento es claro: Sedapar debe no solo mantener los grifos, sino además informar al Cuerpo de Bomberos cada vez que haya una modificación en su ubicación o condición.

La respuesta institucional ante este diagnóstico es urgente. La Contraloría ha solicitado al presidente del Directorio de Sedapar adoptar medidas correctivas en un plazo de cinco días hábiles.
Mientras tanto, Arequipa sigue en riesgo. En menos de una semana, hubo incendios en Cerro Colorado, en el Cercado y Miraflores. En todos ellos, el acceso al agua fue un obstáculo más que una solución. En algunos casos, los bomberos tuvieron que hacer conexiones improvisadas a la red matriz o esperar la llegada de cisternas privadas.
La pregunta, entonces, no es si habrá otro incendio. La pregunta es cuándo ocurrirá y si estaremos preparados. Porque cada grifo que no funciona es una historia que podría terminar en cenizas.
