Consumo de cerveza en Perú alcanzó 42 litros por persona
El sector cervecero, uno de los más representativos dentro de la industria de bebidas en el Perú, ha tenido un rol importante en el consumo masivo, la recaudación fiscal y la generación de empleo formal. No obstante, la tendencia negativa fue influenciada por factores económicos y cambios en el comportamiento del consumidor, debido a que, tras una recuperación acelerada luego del impacto de la pandemia, el mercado ha comenzado a mostrar señales de enfriamiento.
GASTO PROMEDIO ALCANZÓ LOS 121 DÓLARES
Es por ello que, en 2024, el volumen total consumido alcanzó los 1 430 millones de litros, lo que representó una contracción de 1.5 % frente a 2023, año en el cual se registraron 1 451 millones de litros. Esta disminución dio continuidad a la tendencia descendente iniciada en 2023 (-1.1 %), reflejando una demanda menos dinámica, afectada por cambios en las preferencias de consumo, una mayor competencia internacional de bebidas y el aumento en los precios finales al consumidor, que desincentivó el gasto en productos no esenciales.
Para 2025, se proyecta un leve aumento en el consumo, con un crecimiento estimado de apenas 0.2 %, lo que llevaría el volumen a 1 433 millones de litros. Esta ligera variación podría explicarse por una mayor incorporación de nuevos consumidores, así como por la inclusión más frecuente de esta bebida en celebraciones y reuniones sociales.

Asimismo, el comportamiento del consumo per cápita de cerveza en los países de la Alianza del Pacífico refuerza lo previamente mencionado sobre la ralentización del mercado cervecero peruano. Para 2025, se proyecta que el consumo promedio por habitante en Perú se mantenga en 42 litros, sin variación respecto al año anterior, lo que consolida su posición como el país con menor consumo dentro del bloque.
Entre los factores que explican este estancamiento destacan los cambios en los hábitos de consumo, especialmente entre los jóvenes, quienes muestran una menor preferencia por la cerveza frente a otras opciones como cócteles enlatados, bebidas sin alcohol o productos con bajo contenido calórico. Además, el consumo se ha concentrado cada vez más en personas mayores de 50 años, lo que ha reducido el ritmo de renovación generacional en el mercado.
Asimismo, influye la creciente preocupación por la salud y el bienestar, que ha llevado a parte de la población urbana a reducir voluntariamente su ingesta de alcohol. A esto se suma una limitada oferta de propuestas innovadoras, en un mercado aún dominado por pocas marcas tradicionales, lo que restringe la capacidad del sector para adaptarse a las nuevas tendencias.
Finalmente, la informalidad en los canales de venta y la presencia de bebidas alcohólicas más económicas en segmentos populares podrían estar afectando tanto la medición oficial como la participación de la cerveza en el gasto recreativo.

Adicionalmente, en 2024, el gasto promedio por habitante en Perú alcanzó los 121 dólares, una cifra moderada si se considera el estancamiento en el consumo per cápita (42 litros) y el bajo crecimiento proyectado en volumen (0.2 % para 2025). Este menor nivel de gasto responde a un mercado orientado a la contención del presupuesto, donde predominan las presentaciones económicas y los precios accesibles, en un entorno de cautela en el gasto familiar.
En un contexto en el que los hogares priorizan necesidades básicas como alimentación, vivienda y salud, el gasto en cerveza se mantiene restringido dentro del presupuesto, reflejando su carácter no esencial para una parte significativa de la población.

