Monasterio de Santa Catalina convertido en letrina pública

A muchos jóvenes no les nace el amor por Arequipa.

Redacción Diario El Pueblo

Tristemente, cada rincón del Monasterio de Santa Catalina de Siena, bien importante de nuestro Centro Histórico, es usado por gente inconsciente y con nulo amor por Arequipa para dejar sus residuos biológicos. De ahí proviene el mal olor que emana, especialmente en el lado que da a la calle Zela.

A estas alturas, el baldeo y la desinfección periódica son insuficientes para eliminar el hedor. Además, al tratarse de un bien declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, su limpieza no puede compararse con la de una casa común y corriente, se debe tener un tratamiento especial.

La Municipalidad Provincial de Arequipa ya ha iniciado un plan operativo para espantar a los agentes contaminantes, una gran cantidad de jóvenes que llegan al centro atraídos por las discotecas de la calle San Francisco o que, por falta de dinero, se quedan libando en los alrededores.

Sin mayor diagnóstico, luego dejan sus necesidades donde nadie los vea. Para los hombres es más fácil irrespetar los espacios públicos; las mujeres, por su parte, acuden a la calle Zela, al costado derecho del monasterio. No está de más mencionar que el personal de limpieza de la comuna ha tenido incluso que limpiar vómito.

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