Pacientes cardíacos en EsSalud en riesgo por falta de marcapasos

Por Jorge Turpo Rivas

Pese a crisis no llegan los marcapasos para pacientes cardiacos en EsSalud.

ANUNCIADA COMPRA DE EQUIPOS NO SE CONCRETA

Por segunda semana consecutiva, la vida de los pacientes cardíacos en Arequipa pende de un hilo, mientras el Seguro Social aún no logra abastecerse de marcapasos. La promesa de una compra urgente no se ha materializado y el riesgo de muerte crece con cada día de espera.

La crisis por la falta de marcapasos en el Hospital Nacional Carlos Alberto Seguin Escobedo, el principal centro de referencia de EsSalud en el sur del país continúa sin solución.

A pesar de que el último fin de semana la gerente de la Red Asistencial de EsSalud Arequipa, Guadalupe Mamani, anunció una compra urgente de estos dispositivos, hasta el cierre de esta edición no ha llegado ni un solo equipo.

La incertidumbre domina los pasillos del hospital, donde los pacientes cardíacos esperan, inmovilizados, y sus familias claman por una solución que no llega.

Según confirmó la gerenta de la Red Asistencial Arequipa, se realizó un requerimiento para adquirir 16 marcapasos bicamerales, esenciales para el tratamiento de pacientes con enfermedades cardiacas. La dotación permitiría continuar con los procedimientos programados sin contratiempos.

Pero esos equipos debieron arribar desde ayer, según dijo la propia gerente, sin embargo, ninguna unidad ha sido entregada.

Una fuente médica consultada por El Pueblo reveló que, con suerte, los equipos podrían llegar recién hoy, pero que lo más probable es que la entrega tarde varios días, ya que el trámite de compra recién se inició el pasado viernes, lo que contradice la supuesta urgencia del pedido.

La misma fuente sostuvo que la raíz del problema es administrativa. “Esto se pudo prever. El desabastecimiento no ocurrió de un día para otro. Se sabía que los equipos se estaban agotando y no se hizo el requerimiento a tiempo”, indicó.

Esta negligencia no solo ha dejado sin atención a pacientes nuevos, sino que ha empeorado el estado de quienes ya están internados.

Familiares de pacientes denunciaron que la escasez de marcapasos no es reciente, sino que lleva más de 20 días, tiempo durante el cual han tenido que recurrir a marcapasos temporales —dispositivos que se colocan fuera del cuerpo del paciente— para mantenerlos con vida. Pero incluso esos equipos se han agotado en los últimos días. Hoy, al menos ocho personas se mantienen conectadas a marcapasos provisionales, inmovilizadas y con un alto riesgo de infección en la herida quirúrgica externa.

“Es increíble que los pacientes tengan que poner su vida en riesgo por la ineficiencia de la gestión actual de EsSalud. Mi papá tiene un marcapasos provisional y no puede ni ser trasladado a una clínica privada porque moverlo podría causarle un paro cardíaco”, cuenta uno de los familiares, visiblemente indignado.

La gravedad del problema no solo radica en la espera, sino en lo que podría pasar si más pacientes cardíacos llegan en las próximas horas.

Según admitieron voceros de EsSalud, si el hospital recibe nuevos casos graves y no llegan los marcapasos, los médicos estarán de manos atadas. “Simplemente, no podrán hacer nada”, advirtieron.

El escenario ha llegado a un punto crítico. Los médicos del hospital Seguin han comenzado a negar referencias de otros hospitales, al no contar con los dispositivos necesarios para atenderlos. Esta decisión, aunque dolorosa, responde a una realidad insalvable: no se puede intervenir a un paciente sin el equipo básico para mantenerlo con vida.

Para los familiares, esta situación es inaceptable. Algunos han solicitado la intervención de la Fiscalía de Prevención del Delito y de la Defensoría del Pueblo, al considerar que se está poniendo en riesgo la vida de personas inocentes por una inexcusable falta de previsión.

“Yo mismo pedí que investiguen esto. ¿Cómo es posible que una institución de salud no tenga un protocolo que garantice la reposición oportuna de marcapasos? No estamos hablando de una jeringa, sino de un dispositivo que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, expresó otro de los familiares.

Hasta ahora, ninguna autoridad nacional de EsSalud se ha pronunciado públicamente sobre el caso, y la presión crece tanto en el ámbito médico como en el político. Las familias afectadas esperan no solo la llegada de los equipos, sino una explicación y una sanción clara a los responsables de esta negligencia.

Mientras tanto, en las habitaciones del hospital, el silencio no es de calma, sino de espera. Una espera que, para algunos pacientes, podría convertirse en sentencia.

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