Arequipa entre las ciudades con la peor señalización vial del país

Por Jorge Turpo R.

El presidente de la comisión de Transportes, José Suárez Llerena, concluyó que, en las calles y avenidas de Arequipa, los peatones cruzan sin saber si tienen prioridad, los conductores frenan de golpe ante resaltos invisibles y las reglas del tránsito quedan sujetas más al instinto que a la norma.

SEGÚN INFORME MUNICIPAL

La ciudad de Arequipa se encuentra entre las más rezagadas del país en cuanto a señalización vial, una situación que no solo representa un problema de desorden urbano, sino que pone en riesgo constante la vida de peatones y conductores.

Así lo advirtió el regidor provincial José Suárez Llerena, quien elaboró un informe técnico en el que concluye que la señalización en el centro histórico de Arequipa es “deficiente, inadecuada o totalmente ausente” en varios tramos clave.

La alerta no es menor. Según Suárez, esta falta de señalización no solo refleja el descuido institucional, sino que además se ha convertido en una de las principales causas de accidentes de tránsito en la ciudad. “Arequipa es una de las ciudades con peor señalización del país”, afirmó el regidor, tras remitir el informe al alcalde provincial Víctor Hugo Rivera.

El documento, titulado “Estado Situacional de la Señalización de Vías del Centro Histórico”, detalla una serie de hallazgos alarmantes: señales completamente desgastadas, semáforos obsoletos, reductores de velocidad sin marcar y zonas de alto tránsito —como mercados, colegios y terminales— sin ningún tipo de advertencia vial. La inspección fue realizada en avenidas principales como Lambramani y Miguel Forga, donde se observaron varios tramos sin demarcaciones horizontales y con señalización vertical ilegible o inexistente.

RIESGO COLECTIVO

El informe municipal resalta tres problemas estructurales. En primer lugar, la falta de mantenimiento. Muchas señales han sido abandonadas por años sin ser renovadas, mientras que otras han sido deterioradas por las condiciones climáticas o el tráfico constante.

En segundo lugar, la ausencia de señalización en zonas estratégicas. Algunos cruces peatonales, intersecciones peligrosas o zonas escolares no cuentan con los dispositivos necesarios para advertir a los conductores, lo que agrava el riesgo para los transeúntes más vulnerables.

Y finalmente, la señalización desgastada, que impide el cumplimiento de las normas de tránsito. Las señales que deberían guiar y advertir ya no cumplen su función: están decoloradas, tapadas o mal ubicadas.

En muchos casos, las demarcaciones horizontales, como líneas de paso peatonal, giros o límites de carril, simplemente han desaparecido.

UNA CIUDAD SIN GUÍA

La normativa peruana es clara: corresponde a las municipalidades provinciales y distritales instalar, mantener y renovar los sistemas de señalización de tránsito dentro de sus jurisdicciones.

Así lo establecen leyes como la Ley Orgánica de Municipalidades, el Reglamento Nacional de Tránsito y manuales técnicos aprobados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

No obstante, el informe sostiene que, en Arequipa, esta responsabilidad no se cumple “de manera eficiente ni sostenida”.

Regidor provincial de Arequipa, José Suárez.

“Estamos frente a una situación crítica de infraestructura vial urbana que no solo afecta la estética de la ciudad, sino que compromete directamente la seguridad de sus ciudadanos”, subrayó el regidor Suárez.

La falta de un plan integral de señalización vial ha agravado el problema. El informe propone que se implemente con urgencia un programa que incluya diagnóstico constante, mantenimiento periódico, renovación y ampliación de la señalización tanto horizontal como vertical.

La ausencia de planificación ha llevado a que, por ejemplo, muchos resaltos o reductores de velocidad no tengan pintura ni señalización previa, contraviniendo lo dispuesto en el Manual de Dispositivos de Control del Tránsito.

EJECUCIÓN NULA

La normativa técnica también establece cómo deben colocarse las señales, qué dimensiones deben tener, qué colores usar y a qué distancia deben ubicarse del conflicto.

En zonas escolares, por ejemplo, se exige duplicar la señalización y garantizar visibilidad diurna y nocturna. Sin embargo, las evidencias recogidas en campo muestran lo contrario: señales ocultas por árboles, mal orientadas o colocadas en postes no autorizados.

Incluso las señales transitorias, aquellas empleadas durante obras o emergencias, brillan por su ausencia o mal estado. Tampoco se respetan las disposiciones respecto a los colores en la demarcación horizontal: muchas vías han perdido por completo las líneas que separan carriles o indican pasos peatonales.

El informe no solo diagnostica el problema, sino que plantea una recomendación única: que la Municipalidad Provincial de Arequipa asuma con mayor rigor técnico su rol en la seguridad vial, e implemente de inmediato un plan de señalización que priorice zonas de alto tránsito peatonal.

“Es fundamental actuar con urgencia para evitar más accidentes y muertes evitables”, enfatizó el regidor Suárez.

Mientras tanto, en Arequipa, los peatones cruzan calles sin saber si tienen prioridad, los conductores frenan de golpe ante resaltos invisibles y las reglas del tránsito quedan sujetas más al instinto que a la norma. La ciudad sigue avanzando, pero sin señales que la guíen.

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